Unicaja

Velocidad con control, una de las grandes claves del éxito del Unicaja

Kendrick Perry marca una jugada.

Kendrick Perry marca una jugada. / ACB Photo / M. Pozo

El funcionamiento mecánico del Unicaja tiene muchas claves. Un estilo y una filosofía que el entrenador ha sabido transmitir y que los jugadores han comprado sublimándolos. Ha sido un proceso rápido en el contexto de que estos jugadores llevan año y medio juntos, sólo Alberto Díaz y Jonathan Barreiro estaban en Málaga a comienzos de 2022. El Unicaja es vértigo, pero también seso, cada vez juega mejor en estático y los índices de productividad van creciendo. Todo parte de una defensa que ya es la que menos puntos recibe en la ACB (76.8 por duelo, dejando a los contrarios en 50% en tiros de campo, sólo dos equipos promedian por debajo de esa cifra en toda la Liga, y 33% en triples, sólo cuatro equipos con acierto inferior). A partir de ahí se puede aplicar el juego que más conviene a las características de los jugadores. No hay agujeros negros atrás. Los pívots interpretan muy bien la defensa del bloque directo y tienen la velocidad para recuperar. Tyson Carter puede ser alguna debilidad por su ligereza pero no es un boquete. Hay mucha calidad defensiva, individual y coral.

Existe un detalle estadístico que es una de las claves del éxito del Unicaja. Se juega rápido y con velocidad, con mucho dinamismo, intentando evitar que las defensas se formen. Pero con mucha inteligencia. Está entre los tres equipos que más posesiones por partido en la ACB tiene el Unicaja, pero es el que menos balones pierde, con 11.0, metiendo más de 88 puntos partido. Lenovo Tenerife y MoraBanc extravían menos de 12 también, pero meten 82 o menos. En la BCL, de los 32 equipos que participaron en la primera fase, el Unicaja es el cuarto que mejor cuida la bola (sólo 11.2 pérdidas). Y es el que mejor ratio tiene de asistencias (21.0 por duelo, tercero tras Galatasaray y Tenerife) por pérdidas (1.9) de toda la competición. Sucede igual en la ACB. El ratio es de 1.74 asistencias por pérdida, cifra que cualquier entrenador firmaría con sangre para su equipo, sobre todo con el estilo cajista. Con 19.2 pases decisivos por partido, sólo el Real Madrid reparte más (21.1), pero su número de pérdidas es mayor (13.3). Su ratio es 1.58.

En defensa, el Unicaja recupera 10.9 balones por duelo en ACB, sólo UCAM (11.9) y Valencia (11.4) lo hacen más veces, aunque su número de pérdidas es más elevado. El Unicaja está muy cerca de conseguir el equilibrio entre pérdidas y recuperaciones, algo que no ha alcanzado ninguna plantilla en lo que va de siglo en la competición española. Se pierden siempre más balones que se recuperan, pero el conjunto de Ibon Navarro aúna una capacidad defensiva muy elevada, que con el reparto de esfuerzos que hace el técnico permite prolongar durante 40 minutos, con hambre por el balón. Pero también para gestionarlo bien. Alguna vez puede parecer que se arriesga más de la cuenta, con Perry como exponente. Pero hay un sólido trabajo detrás, incluso en detalles que pueden parecer imperceptibles. Los 12 jugadores que más minutos juegan promedian entre 1.9 y 3.6 rebotes por partido en ACB, el botín estadístico se reparte. Exteriores como Alberto Díaz y Djedovic promedian 2.9 rechaces por duelo.

Pasadas ya 16 jornadas de competición son números bastante sólidos que indican por dónde va el juego y que explica por qué es difícil de meter mano a la máquina que ha construido Ibon Navarro. Pero ahora aumenta el nivel de dificultad y será más complicado mantener esos números.

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