Uno de los jugadores del mejor equipo de la historia del Unicaja, Walter Herrmann, estuvo en el Carpena presenciando el partido entre el cuadro malagueño y el EWE Oldenburg, correspondiente a la jornada 9 de la primera fase de la Eurocup. Miembro del mítico equipo que ganó Copa y Liga en 2005 y 2006, a sus 40 años, el argentino ha vuelto a instalarse en la Costa del Sol después de que en los últimos años jugara en su país natal tras una carrera que llevó por España, la NBA, Brasil y Argentina. Con aspecto físico impecable, idéntico al que lucía en sus mejores días de jugador, bromeaba diciendo que no está retirado, sino parado.

Después de padecer una arritmia que le tuvo parado un tiempo, Herrmann vino a España, donde ya se instaló su familia. Regresó a Argentina para sacarse el equivalente al Bachillerato, que tenía pendiente desde que empezó a jugar como profesional. En este tiempo ha pronunciado charlas motivacionales y conferencias con otro compañero de la Generación Dorada argentina que se ha instalado en Estepona, Rubén Wolkowyski.

Herrmann vio el partido a pie de pista acompañado de su hijo pequeño, Leyton, que ya hace sus pinitos también jugando al baloncesto. Herrmann tiene contacto con varios de sus compañeros de aquella época dorada del Unicaja, especialmente con Carlos Cabezas, con el que se entrenó en verano en Marbella.