Alberto Díaz, más jerarquía con España

El capitán del Unicaja regresa sin demasiada carga de minutos y con nuevas experiencias: "Empecé tarde en la selección, sobre todo en campeonatos oficiales. Es una ilusión tremenda y lo que intento es transmitir esos valores que los grandes capitanes que he tenido me han transmitido a mí"

Gran victoria ante Georgia

Alberto Díaz, en Tenerife.
Alberto Díaz, en Tenerife. / FEB

Es época de transición en España. La gloriosa selección que desde 1999 a 2022 no se perdió unas semifinales de Eurobasket y que por medio ganó dos Mundiales, tres medallas olímpicas y cuatro campeonatos de Europa ya no es esa, aunque quiera volver a serlo en unos interesantes tiempos en la que germinan jóvenes muy interesantes, muchos de ellos al otro lado del charco con los cantos de sirena de la NCAA. En Málaga se sabe bastante de ello... Mientras, para conseguir los siguientes objetivos, más mundanos pero igual de importantes, se tira de vieja guardia y clase media. De la primera forma parte ya Alberto Díaz, el primer capitán de Chus Mateo. Ha liderado al equipo que ha conseguido ganar a Dinamarca y Georgia, cuartofinalista en el último Eurobasket tras eliminar a la propia España y Francia, este último de manera contundente y con un gran básket. Mateo ha seguido la senda de Scariolo y que la FEB ha trabajado, no tirar de jugadores de Euroliga para no cargarlos más en un calendario infame. Jugadores como Shengelia disputaron en 24 horas dos partidos con 5.000 kilómetros de avión por medio. Y así, sudamericanos y caribeños.

Con 31 años, Alberto Díaz es el jugador con más internacionalidades de este grupo. Enlazó el oro del Eurobásket en Berlín con las experiencias, menos edificantes en resultados, en el Mundial asiático y los Juegos de París. Se llevó la decepción de no poder ir al Eurobásket por una lesión que se produjo en el torneo de preparación justamente en Málaga. Es consciente de que la plaza en los grandes campeonatos estará cara en el futuro, pero ha mostrado ilusión, corroborada en la pista como en un tercer cuarto demoledor en el que desesperó a toda Georgia en los dos lados la pista. La ovación que le dio el Santiago Martín de Tenerife y su cara de felicidad denotaban que había sido una experiencia diferente. Es también jerarquía para Alberto, al que ese oro de 2022 permitió que se cambiara su percepción en el resto de España, también en el básket europeo. La difusión que da competir por el país no la iguala el baloncesto de clubes. Incluso ese salto de popularidad lo experimentó en Málaga.

"Son filosofías diferentes. Con Sergio teníamos unas reglas muy claras y una forma de jugar tácticamente muy focalizada a los objetivos que queríamos dentro de la pista. Con Chus es todo mucho más abierto, con más opciones, con un juego más libre. Más libertad de decisión de los manejadores y tiradores para atacar. Son filosofías diferentes y nos hemos adaptado bien. El equipo se siente cómodo", explicaba en AS durante la concentración Alberto Díaz: “Estamos contentos porque es verdad que sacamos el partido de Dinamarca, pero en Tenerife se ha visto un equipo más sólido, con las ideas más claras. Y con el apoyo de nuestra gente, en el momento en el que hemos tenido que remontar y luego ganar, nos han arropado. Es cierto que hay gente joven, pero el núcleo es antiguo. Somos veteranos de las Ventanas. Es algo que tiene este equipo. Creo que la adaptación ha sido fácil”.

Explicaba Alberto cuáles eran las sensaciones de jugar en este equipo. "Yo empecé tarde en la selección, sobre todo en campeonatos oficiales. Es una ilusión tremenda y lo que intento es transmitir esos valores que los grandes capitanes que he tenido me han transmitido a mí. Aquí todos nos conocemos y sabemos cuál es la línea que hay. El equipo por delante del yo personal. Ser capitán de estos jugadores es muy sencillo. Y lo más importante para mí, como capitán en esta Ventana, era ganar partidos", recordaba el malagueño, que era preguntado por si el rol de capitán variaba mucho respecto al Unicaja: "Realmente, siempre son los mismos. Esfuerzo, sacrificio, trabajo. Poner al equipo por delante de los números y eso es muy sencillo porque el jugador nacional tiende mucho a eso, a jugar en equipo. Se ayuda y está unido. Simplemente tengo que estar al frente".

Alberto Díaz llegó al primer equipo del Unicaja un par de meses después de la salida del banquillo de Chus Mateo, fue Luis Casimiro quien le dio la alternativa. "En esa época estaba Pepe Pozas con el primer equipo, pero tengo una muy buena relación de muchos años. Hemos jugado tantas veces que ya nos conocíamos y nuestra relación personal era magnífica. Y ahora que puedo por fin puedo jugar con él, mucho más", cerraba Alberto sobre su relación con Mateo. Es una figura en una plantilla de 12 jugadores, la de un jugador defensivamente top que no necesita balón y que sumará siempre que juegue que no es desdeñable aunque sea a dos años vista para el siguiente gran evento, el Mundial. Mientras tanto, Alberto continúa acumulando experiencias y creciendo en jerarquía con un minutaje adaptado a lo que suele en Unicaja (21 minutos en Dinamarca y 16 contra Georgia).

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