Augustine Rubit firma 22 puntos en Lituania

A la espera de que pueda liberar su contrato cuando llegue el parón por la ventana, Augustine Rubit, el pívot elegido para reforzar el juego interior del Unicaja, sigue jugando partidos con su todavía equipo, el Lietkabelis, tanto en Eurocup como en la Liga de Lituania. Le quedaban tres partidos pendientes y este domingo jugó uno de ellos en la competición doméstica, en el duelo que le medía al Jonava y en el que venció por 85-96 para colocarse con un balance de 6-3 en la tabla, sólo detrás de los dos grandes de la competición y del país, Zalgiris y Rytas. El rival era el colista de la competición (1-8), en puesto de descenso.

No obstamte, Rubit sigue tomándoselo con profesionalidad, no es mala señal, y desplegó un notable partido numéricamente, yéndose hasta los 22 puntos (9/11 en tiros de dos, 0/1 en triples y 4/5 en libres) en 22 minutos en pista, también con cinco rebotes para 21 de eficiencia. Estaba promediando 12.8 puntos y 6 rebotes hasta ahora el americano nativo de Houston (Texas), que a sus 36 años habían emprendido esta etapa en Lituania después de años en la Euroliga y posterior paso por lugares más exóticos.

Esta semana, Rubit tiene pendiente un partido de Eurocup ante el Panionios en Atenas el miércoles y el domingo un plato fuerte contra el Zalgiris. Si no hay contratiempos físicos, el Unicaja pagará un corte en su contrato para que se convierta en jugador cajista hasta final de temporada.

Rubit cuenta con esa salida sencilla en una fecha estratégica en el mercado, un mecanismo muy extendido en el baloncesto europeo, especialmente en jugadores que apuestan por equipos de nivel medio, donde pueden sumar protagonismo y responsabilidad de manera rápida. Este tipo de cláusulas permite abrir una ventana para dar el salto a la Euroliga o un nivel superior, y el Unicaja pretende aprovechar esta circunstancia para incorporar a un jugador que llega con ritmo competitivo y en forma.