Barcelona - Unicaja: Es cuestión de baloncesto (19:00)
El Unicaja juega en Barcelona (19:00) para evitar su eliminación de la Liga Endesa, en un reto en el Palau Blaugrana en el que debe ser más constante que en el primer encuentro de la serie en Málaga
Entrenamiento y viaje
Más de nueve meses de trabajo de temporada regular se pueden quebrar en 72 horas. Es la crueldad y la grandeza del play off, sobre todo en esta versión reducida de los cuartos de final. El Palau Blaugrana (19:00 horas) es el escenario de un partido de máxima trascendencia para este Unicaja histórico que compite contra sus límites. Tras dos temporadas seguidas en semifinales de ACB, hay riesgo alto de quedarse fuera. Perfectamente lógico ante el Barcelona. Pero quedó una sensación extraña en el partido del Carpena, cuando se tuvo en la mano y un minuto y medio final horrible le dio la opción al equipo de Joan Peñarroya a levantar seis puntos adversos. Un revisionado del duelo muestra que fue una concatenación de fallos muy poco frecuentes, en los dos lados de la pista, del cuadro malagueño. Faltas a destiempo, desaplicaciones defensivas, malas decisiones y ejecuciones, pésima gestión del reloj... Lo opuesto a lo que ha sido este equipo en los momentos exigentes de la temporada.
Paradójicamente, esos errores, que pueden mermar la confianza propia y aumentar la rival, también revelan que el Unicaja, que antes tampoco hizo un partido excelso, marca de alguna manera cuál es el techo de la serie. Y que ante un rival que tuvo a su dúo franquicia muy inspirado y que durante la temporada ha solido perder más que ganar los partidos igualados puede cambiar el paso con el que se inició.
En un play off se potencian las emociones y ahí quizá el Barça supo jugar mejor el otro básket. Hay una jugada en el tercer cuarto en la que Jabari Parker reprocha a Joel Parra que se interese por Alberto Díaz después de que el capitán malagueño recibiera un golpe en la cara. Le agarra y le echa una bronca. Son los códigos americanos, no entendidos masivamente en Europa pero que denotan que los yankees están enchufados. Piques entre banquillos y jugadores, alta tensión. Y aunque implica que hay que bajar al barro y pegarse para mantener el nivel físico de un contrario disminuido por las bajas pero acostumbrado a Euroliga, también recuerda que se trata de jugar al baloncesto de manera integral. Y en lo que es el juego puro, el Unicaja en el primer partido no se acercó a su tope, valiéndole su siempre competitiva versión para tener todas las opciones de ganar sin que se llegara a ejecutar. Hay que olvidarse de los árbitros, reducir el número de faltas, por más que Punter bordee constantemente el flopping, cuya gestión fue horrible en el primer duelo. No sólo fue la cantidad de puntos, cercana al 30%, que el Barcelona metió desde los 4.60, sino lo que condiciona esos parones la imposición del ritmo alto en el que se suele sentir más cómodo el equipo malagueño.
También hay miga táctica. El Barça hizo daño de primeras con Youssoupha Fall, cuya progresión durante la temporada ha sido notable. El gigante senegalés condicionó la manera de atacar malagueña cuando estuvo en pista. Y, cuando no, ese quinteto que de alguna manera simboliza hacia donde se dirige el baloncesto con la difuminación absoluta de posiciones, con Anderson, Parra y Jabari juntos, complicó bastante el juego cajista en los dos lados de la pista. Ibon y su staff han tenido tiempo para realizar ajustes y encontrar mecanismos para adaptarse a lo que propone el Barcelona.
La fabolusa temporada del Unicaja no se merece un final tan abrupto, pero el baloncesto es el hoy y el ahora. 19:00 horas, Palau Blaugrana. El momento de devolver a Málaga la serie.
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