Baxi Manresa y sus peligros: Derrick Alston, Saint-Supéry, Traoré y "un equipo de autor"

Ibon Navarro analiza al rival que ganó por 40 puntos en la ida: "El Unicaja no jugó aquel partido, lo veo y nos entran los sudores fríos. Ellos jugaron increíble, con nivel de acierto, intensidad y energía tremendos"

Un NBA en el rival

Ibon Navarro, en la sala de prensa del Unicaja. / Unicaja B. Fotopress / M. Pozo

El pasado 2 de noviembre, el Unicaja encajó su derrota más dura (109-69) en esta era de brillo que arrancó en el verano de 2022. Fue en el Nou Congost ante el Baxi Manresa, el rival que este domingo aterriza en el Carpena para el duro partido de ACB que habrá después de la ceremonia y la celebración de la Copa del Rey conquistada de manera espectacular en Gran Canaria. Un equipo con un alto ritmo de juego, con posesiones rápidas, con algunas señas de identidad similares al equipo malagueño, pero que le exigirá. Un rival incómodo, pero también con ese aviso de lo que ocurrió cuatro meses atrás en el Bagés.

Ibon Navarro hablaba sobre el equipo catalán y sus cualidades, además de peligros. "Podemos discutir qué nos conviene en un partido así o no, pero no es el mejor rival, nos va a exigir 40 minutos a nivel físico, tiene un nivel y una cantidad de pases en sus ataques que exige mucho físicamente. Toca pintura con mucha facilidad, cambia de lado el balón varias veces, te ataca en los primeros segundos, tiene a un jugador como Derrick Alston que te obliga a tener jugadores fuera de su posición, propician un miss match constante, si tienen acierto desde fuera aumenta el peligro... Dieron 40 minutos espectaculares en el Palau, 30 en La Fonteta... Es un rival súper incómodo para nosotros", decía el técnico cajista.

Sobre el estímulo de esa derrota por 40 puntos en Manresa y la posibilidad de salir con más ansia de revancha, Navarro opinaba que "es una forma de verlo, ojalá. Pero yo no pienso en las cosas mentales, sino en el baloncesto, lo que nos van a obligar a hacer, que es incómodo para nosotros. Ojalá ese punto mental esté ahí, pero no es lo que nos vamos a agarrar, tenemos que pensar a nivel de baloncesto, qué podemos hacer con ellos y sus cualidades", resumía Ibon, que admitía cuando se le cuestionaba cuánto había crecido desde aquel día hasta ganar un título que "el Unicaja no jugó aquel partido, lo veo y nos entran los sudores fríos. Ellos jugaron increíble, con nivel de acierto, intensidad y energía tremendos. Nos superaron, no comaprecoimos allí. Da para un libro lo que hemos mejorado, no fuimos a Manresa".

Mario Saint-Supéry es un nombre llamativo para este partido, será su primer partido en Málaga con otra camiseta. Se le preguntaba a Ibon Navarro cómo podía actuar. "No lo sé, es un chico muy joven y podrías pensar que le afectará, pero es bastante más maduro para su edad de lo corriente. Seguro que va a querer hacer un buen partido. No creo que le vaya a afectar, estuve hace unos días en Madrid con él y le vi bastante tranquilo", señalaba el técnico.

También se le preguntaba a Ibon por el fichaje de Armel Traoré, pívot con pasado reciente NBA que ha sido fichado esta semana para reforzar el juego interior catalán. "Es un jugador que, aunque se ha hablado de referencia interior, les va a ayudar más de cuatro, incluso dándole salida al tres a otros compañeros. Hay que ver el encaje, les va a dar intimidación, les va a dar atleticismo, capacidad de jugar por encima del aro, hay que ver qué encajen le dan, no lo vamos a poder ver antes para analizar. Pero el Manresa es un equipo muy de autor, no creo que vaya a cambiar por un jugador, tendrán que encontrar el mejor encaje con la competición, es la que te pone en un sitio u otro. Les puede encajar muy bien".

Por último, analizaba Ibon cómo podía influir que el Unicaja sea uno de los equipos con más recuperaciones y el rival uno de los que tiene más pérdidas en la competición. "Es un equipo que pierde mucho balón porque arriesga mucho. Y en ese riesgo sacan mucho rédito, les renta. Es un equipo que se siente muy cómodo bajo presión al balón y las líneas de pase. Están acostumbrados a entrenar así, son buenos en la recuperación de espacios y juego sin balón. Es un factor importante, pero no tanto como el rebote. Puede marcar mucho el partido y el control de los ritmos. Jugamos a posesiones altas, creo que el rebote puede marcar la diferencia sobre cómo y quién puede marcar diferencias con ese ritmo", cerraba el técnico.

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