El buen rollo se trabaja

A la imagen de grupo pétreo y unido que proyecta el Unicaja ayuda, indiscutiblemente, que se gana mucho, pero detrás hay muchas actividades y convivencias para potenciarlo

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El Unicaja celebra el pase a semifinales en el Carpena.
El Unicaja celebra el pase a semifinales en el Carpena. / Acb Photo / M. Pozo

“El sábado entrenaremos y haremos alguna cosita para sigan quedándose sin vacaciones”, avisaba Ibon Navarro tras tumbar al Lenovo Tenerife sobre el plan de trabajo que venía. La cosita era una convivencia de los jugadores en la playa, ahí en Los Álamos, en Torremolinos, zona cercana al lugar donde viven varios jugadores de la plantilla. Jugaron al voley, se bañaron, comieron y estuvieron juntos unas horas. La química surge, pero también se puede crear. Uno de los primeros diagnósticos que hizo Ibon Navarro cuando llegó a Málaga el año pasado es que la plantilla no estaban bien cohesionada. Intentó hacer actividades variadas para potenciar ese déficit.

Antes de los play off hubo un torneo de pádel que organizaron los jugadores en las pistas que hay en el Carpena, con las viandas correspondientes para echar una buena mañana. Esta semana pasada se veía a Alberto Kendrick Perry, Melvin Ejim y Alberto Díaz en Carranque acudiendo a ver al Costa del Sol proclamarse campeón de la Liga Guerreras Iberdrola en un ambiente eléctrico que encandiló a los dos primeros. Perry lo evidenciaba vistiendo en el calentamiento del duelo ante el Lenovo la camiseta de las panteras. Ayuda también esa sinergia entre clubes que se ha potenciado de manera sobresaliente desde la llegada de Antonio Jesús López Nieto a la presidencia. Lo más visible fue el día del Joventut, cuando se vistió la camiseta blanquiazul diseñada especialmente para el partido. Pero ya a principios de temporada se veía a Osetkowski contemplando un partido de la BCL vestido con esos colores. Fue emotivo también cómo el Costa del Sol era recibido al grito de “Campeonas, campeonas” por el Carpena.

Es evidente que es un grupo especial de jugadores que han conectado bien y que han sublimado el trabajo de scouting personal realizado por Juanma Rodríguez, Ibon Navarro y su cuerpo técnico en el verano. Han rebasado las previsiones más optimistas, tanto en la creación de grupo como, esencialmente, en resultados. ¿Qué lleva a qué? Habitualmente se ha tenido la sensación, potenciada en estos últimos años negros, de que los jugadores en Málaga se devaluaban, que rendían mejor en otros sitios, que era un lugar cómodo y en el que la distracción era fácil. Pero también es un lugar con una innegable calidad de vida para quien tiene dinero, para hacer una trayectoria, como han elegido la gran mayoría de los componentes de la actual plantilla para, al menos, las dos próximas temporada. Y este grupo ha sabido captar que puede compatibilizar vivir bien, jugar al baloncesto en un lugar ideal y, encima, ganar y pasar a la historia además de ser reconocidos por una afición entendida que se va a volcar a poco que detecte entrega y honestidad. La sensación ahora es que todos son mejores de lo que parecían cuando se les firmó. Y ahí tienen mucho que ver el ingeniero y el arquitecto, como les definió López Nieto.

El equipo ya prepara la eliminatoria ante el Barcelona, se ejercitó este domingo, hoy habrá Media Day por la mañana antes del entrenamiento, este martes se volará a la Ciudad Condal y el miércoles arranca la serie semifinal en el Palau Blaugrana. Pasándoselo tan bien, igual siguen sin ganas de vacaciones, como resaltaba Ibon Navarro en la previa del partido ante el Lenovo Tenerife. Pero el buen rollo también se trabaja con un grupo que se postula para pasar a la historia del deporte malagueño.

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