La salida de Darío Brizuela del Unicaja ya es oficial, cláusula de rescisión que ha abonado el jugador para salirse de un contrato que expiraba en 2026. Uno de los primeros que se ha despedido del ya exjugador cajista es Kendrick Perry, uno de los portavoces oficiales cuando hay asuntos de actualidad. Cariñosos mensajes que denotan el vínculo tan estrecho entre ambos. Ese factor humano que se marcha es lo que más angustia, un Darío Brizuela que es muy querido en ese vestuario especial, motor para lograr unos resultados tan excelsos durante la 22/23. Tapar ese vacío será complejo para el Unicaja, se tendrá en cuenta ese apartado, que además de firmar jugadores de nivel, tengan una personalidad que pueda encajar en el grupo. Se queda un poco huérfana esa piña, horas de shock por lo que supone el adiós de alguien muy querido en el club. Pondrá rumbo a Barcelona, donde firmará el contrato de su carrera.

"Sé que las emociones de los aficionados del Unicaja se han desbocado estos últimos días. Pero en lugar de quedar atrapados en nuestros propios sentimientos egoístas, ¡recordemos todos los grandes recuerdos compartidos!...