Chris Duarte, fogonazos que invitan al optimismo
Primera descarga potente del jugador dominicano en Málaga, mientras sigue su proceso de adaptación, mostrando en los últimos partidos señales de que está en el camino
Su show ante San Pablo Burgos
El fichaje de Chris Duarte por el Unicaja levantó unas expectativas que no han facilitado su encaje en el equipo malagueño. Adaptarse a un nuevo baloncesto, a una cultura distinta y a un ecosistema tan particular como el malagueño es un proceso gradual. Va respondiendo el jugador y su actuación ante el San Pablo Burgos fue una muestra clara de lo que puede venir. Con 23 puntos (5/7 en triples), Duarte mostró una pegada que no existe en la plantilla, capaz de anotar en secuencias cortas de tiempo y de dinamizar partidos en pocas descargas. Una buena versión del dominicano transforma al Unicaja en un equipo de una dimensión diferente. Para eso el club hizo una apuesta tan fuerte el pasado verano.
Confirmó la línea ascendente que el dominicano venía mostrando en los últimos encuentros. Se ha visto a un jugador cada vez más conectado con el funcionamiento del equipo, más involucrado en los sistemas y con una buena predisposición de hacer incluso labores más sordas. Es un trabajo de base que implica graduar sus acciones, interpretar mejor los espacios y equilibrar su talento natural con las demandas colectivas, aunque es un jugador que necesita por naturaleza sentir el partido en sus manos. Ibon le está haciendo entender un gris en ese encaje. En ataque, por ejemplo, se le nota menos obsesionado con el bote y más enfocado en sumar en la mayoría de las acciones, con buena lectura de ventajas y sin forzar sus situaciones. Está en el camino correcto. Su lenguaje corporal además transmite positividad y confianza, muy metido. Ver a Duarte sonreír, algún choque de manos con Ibon Navarro, todo suma en ese proceso. "Estamos contentos con cómo está evolucionando, pero no por la anotación, sino por otras cosas. Le notamos cosas buenas, porque es un jugador tan talentoso que cuando aprende lo que le pedimos, pues es claro que su línea ascendente. Todavía hay cosas que le sobran del partido, pero está mejorando. No hay que tirar fuegos artificiales", bajaba el suflé el vitoriano.
Horas antes del Unicaja-San Pablo Burgos, salía publicada una entrevista de Chris Duarte para Gigantes, donde reflexionaba sobre ese proceso de adaptación al Unicaja y al baloncesto europeo. "Son dos mundos y vidas diferentes, tanto dentro como fuera de la cancha. Es un proceso. Se trata de adaptación y tiempo, de que la gente me pueda entender, también yo a ellos. Vamos bien. Estoy aprendiendo. He chocado con la pared, pero tengo buenas personas a mi alrededor que están dispuestas a ayudarme y hacer de este proceso más fácil. Si Dios quiere, vendrá ese día donde todo fluya bien y yo pueda ser el jugador que soy, y ayudar al equipo a ganar. Esto al final es algo colectivo y tengo que encajar en el sistema de Ibon Navarro y tratar de hacer las cosas que ellos me exigen de la mejor manera, y así poder ayudar a un equipo que ha tenido tanto éxito en los últimos años", decía. Desde el club se ensalza su capacidad de trabajo, el esfuerzo por acelerar esa conexión dentro de un grupo que le ha abrazado.
Reconoce abiertamente el dominicano que es difícil asumir el reparto tan genesoso de minutos (promedia 19), parte del éxito del Unicaja y una idea innegociable. "Tengo que dejar de hacer las cosas que a mí me gustan, por ejemplo el control de los minutos. Es algo que todo el mundo sabe por qué Chris Duarte ha dejado de jugar en ciertas partes, ha dejado de jugar por problemas de minutos. Soy un jugador que trabajo muy duro día y noche, no descanso; soy un jugador que no está en la calle haciendo cosas malas. Me enfoco en mi familia y mi baloncesto, nada más. Trabajo duro para estar en buena condición física y poder jugar, hacer lo que yo amo a un alto nivel. Y cuando eso me lo quitan un poco, me hace daño porque esto es por lo que trabajo, cómo trabajo... Eso es lo más difícil para mí: poder decir 'ok, tú quieres esto, pero dame también lo que yo quiero'. Eso es lo más difícil para mí en estos momentos", reflexiona.
También te puede interesar
Lo último