Chris Duarte, "fuego y presión"

El dominicano completó una buena semana numéricamente que debe darle confianza para seguir integrándose en una atmósfera distinta

NCAA en acción

Chris Duarte celebra un triple. / Unicaja B. Fotopress / M. Pozo

Las actuaciones de Chris Duarte se escrutan desde diversos ángulos y ópticas. Es un jugador mediático, que tiene ese encanto de la figura, pero tiene el reverso de que las expectativas son altísimas y eso no le ayuda en su transición a un juego diferente, disfrutar de un tiempo de adaptación. Los jugadores, él lo dijo antes de empezar, suelen referir que el baloncesto es baloncesto en todos lugares. Pero la realidad es que los matices son muy distintos, las peticiones del entrenador, las disposiciones de los rivales, el ritmo, las exigencias... Y ahí anda el jugador dominicano ubicándose.

Numéricamente fue una semana positiva para Duarte, con 17 y 14 puntos en los duelos ante Oostende y Girona, con fogonazos brillantes de su indudable calidad. Más agresivo a la hora de buscar el aro, mortífero desde la media distancia. Con más problemas para anotar de tres (11/49, un 22%, en el acumulado de partidos oficiales), el que metió en el duelo ante el Girona en el último cuarto fue celebrado por él, por sus compañeros y el público con liberación. No es un triplista excelso en su trayectoria, pero sí metedor por rachas y rondando el 35% habitualmente, hay ahí un campo de mejora evidente.

Los números deben ayudar a que Duarte se vaya sintiendo cómodo. "Estoy contento si él hace ocho puntos, cuatro rebotes y dos asistencias y ganamos de 10-15 puntos, muy contento. No hace falta más. Se pone la presión de que tiene que hacer algo distinto y especial", explicaba la semana anterior Nihad Djedovic. Esa ansiedad por demostrar existe y lo palpan sus compañeros más cercanos.

Duarte está demostrando en estos meses, de puertas para adentro según relatan quienes le ven, profesionalidad, currando duro y exigiendo también al staff a su manera estar a la altura. Los compañeros y técnicos hablan de la ética de trabajo del dominicano, que está teniendo las dosis de humildad para intentar adaptarse a lo que se le pide, queriendo defender a unos niveles para los que está capacitado pero a los que no se le ha exigido con frecuencia en los últimos tiempos. También ver cómo se levantaban sus compañeros y celebraban ese triple o alguna acción positiva delata que ellos desean que le salgan las cosas bien, más allá de que sea bueno para el grupo. Pero es una buena señal.

No obstante, el margen de crecimiento dentro del juego colectivo es amplio para Duarte, para maximizar sus cualidades en este contexto en el que el grupo está por encima. Intenta ser más concreto con el bote, aunque amasar la bola es parte de su ADN como jugador. Tiene el talento para crear (en ACB está promediando 3.2 asistencias por encuentro) y seguro que con el aumento del conocimiento mutuo será un arma más importante para hacerse más imprevisible. Está lejos de verse la potencial mejor versión de Chris Duarte en Europa, pero sigue percutiendo para conseguirlo. "No tuve nada, solo fe y visión/Ahora mi nombre suena en otra dimensión/No fue suerte, fue fuego y presión/Dios conmigo, esa es la conexión", escribía en su Instagram.

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