Dylan Osetkowski: "Fueron tres de los mejores años de mi vida"
"Siento agradecimiento y aprecio", decía sobre la afición malagueña: "Son parte del equipo, son parte de la historia del club. El apoyo que nos dieron durante los tres años fue algo que recordaré por toda mi vida"
Fichajes, salidas y amenazas

Fue un tercer año complicado. La sombra de una sanción por dopaje tras un control positivo le persiguió en el último año y medio. Pero quedó exonerado hace pocas semanas a expensas de una improbable reapertura de expediente. Paradójicamente fue ese problema lo que permitió disfrutar de un tercer curso de Dylan Osetkowski en Málaga. Su temporada anterior, peleando por el MVP de la ACB, había sido tremenda y el interés de muchos equipos era alto, pero ante esa indefinición nadie dio el paso.
Parecía fuera de combate tras ser descartado en los dos primeros partidos de la serie, pero en el regreso en el AVE desde Madrid hubo una conversación sincera entre el jugador, con la mediación de los capitanes, y el entrenador. El equipo le necesitaba para un último empujón y tampoco era justo que un jugador tan importante saliera por la puerta de atrás, como alguien irrelevante. Sus dos actuaciones ante el Madrid recordaron, por si alguien lo había olvidado, el tipo de jugador que es Dylan Osetkowski, mejor incluso del que se imaginaba aquel día que, sin público por la pandemia, daba una exhibición con el Ulm de Jaka Lakovic para ganar un partido de Eurocup. Entonces era un pívot que pesaba 15 kilos más, más interior. Se marcha un jugador de Málaga que esta temporada ha llegado a jugar minutos de calidad como tres en un momento de necesidad.
Fue el hombre de la fiesta tras ganar la Copa de Badalona, palabra que acabó cumpliendo meses después. Un chaval expansivo y que parecía disfrutar tremendamente de una Málaga que le recordaba a su San Diego natal. Fue más taciturno en esta temporada difícil, aunque nunca perdió el favor y cariño de sus compañeros, con sus momentos de dificultad. Y la despedida del Carpena fue sin dobleces, con gritos de "Dylan, quédate". Pero su futuro está ahora en la Euroliga, en Belgrado.
Aún con la emoción latente, Osetkowski atendía a Málaga Hoy. "Sí, fue un buen año. Siempre es difícil terminar la temporada con una derrota, pero es imposible olvidar lo que hicimos como equipo este año, con el grupo de chicos, el equipo y todo el club. Fue genial", señalaba el californiano, que respondía a si había podido disfrutar, en un año difícil en lo personal, de la temporada: "Sí, claro, con el grupo de chicos que tuvimos, con los cuatro títulos, es difícil no disfrutar. Sí, disfruté mucho esta temporada".
"Creo que estos tres años, en términos de mi carrera como jugador de baloncesto y mi vida fuera del baloncesto, creo que fueron tres de los mejores años de mi vida, crecí como persona y jugador", respondía Osetkowski a la pregunta de qué suponía para él Málaga y este trienio espectacular, del que se marcha con seis títulos y con un salto en su estatus. Y en un mensaje para el público malagueño, Dylan decía que sentía "agradecimiento y aprecio. Son parte del equipo, son parte de la historia del club. El apoyo que nos dieron durante los tres años fue algo que recordaré por toda mi vida".
Jorge Garbajosa, Mike Ansley, quizá Joe Arlauckas en la era Caja de Ronda y Ray Smith en Maristas o Will Thomas en la era más actual... Pocos ala-pívots mejores en la historia del baloncesto malagueño, con más trascendencia, que Dylan Osetkowski. Ya es historia del Unicaja.
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