España-República Checa: Con mejor cuerpo (87-73)
Puerto (15 puntos) se reivindica y Aldama y Abalde descansaron, con buenos minutos de Saint-Supéry (10 tantos)
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España se marcha de Málaga con una victoria que mejora el mal cuerpo que dejó el partido ante Portugal. Es preparación y la validez del resultado es nula, pero el deporte también se alimenta de sensaciones. Sin tirar cohetes, fue una versión más decente la del equipo español, que ahora afronta algo distinto en los dobles duelos ante Francia y Alemania. Antes, derrotó a la República Checa (87-73). Scariolo contaba con las bajas de Aldama y Abalde, con molestias que no parecen serias. Dos jugadores, sobre todo el canario, que deben ser capitales. Se ha intentado contar con Baba Miller durante más tiempo, su dimensión le hacía tener opciones de ir al Eurobásket, pero Cincinnati, su nueva universidad, no lo permite.
Salió España espesa, como en esa continuidad del final del primer partido. Quedan 20 días para el arranque de la competición en Chipre. Y la preparación es un trámite necesario para afilar al equipo. Todos son buenos jugadores pero no sobra el talento diferencial. Scariolo ha hecho magia muchas veces, pero los que apuntan a ello aún necesitan tiempo de cocción.
En un estreno con rivales de nivel medio-bajo dentro del Eurobásket se trataba de acumular minutos de vuelo. Tras ese inicio pesado, España fue encontrándose. Alberto Díaz, aclamado, marcaba la línea del esfuerzo y otro malagueño, Mario Saint-Supéry, ofrecía chispazos sacando tiros libres, con un triple y una buena penetración a tabla. También alguna pérdida de más mezclada con buenos pases, pero es necesaria la inversión. Interesantes minutos de Josep Puerto en la intendencia. Parece un teórico descarte para Chipre, pero lo pelea y metió cinco triples. Los checos, sin Satoransky y con Diego Ocampo, viejo conocido en Sevilla, al mando tampoco están en su mejor momento como país. El NBA Krejci tampoco dio muestras diferenciales. Del 7-14 se pasó al 17-16 al final del primer cuarto. Y ya en el segundo cogió el timón España. Algún balón interior a Willy, al que hay que alimentar, intento de jugar más rápido, algunos quintetos experimentales con Parra más de cuatro... Y 40-31 al descanso.
El partido subía su ritmo anotador tras el descanso, Brizuela tenía llamaradas productivas. Tras su papel en los últimos campeonatos y con las jubilaciones, más su muy serio año en Euroliga con el Barça, su jerarquía debe crecer. Tuvo minutos como base con las faltas de De Larrea. Flaqueaba defensivamente España, pero también metía mucho.
Ya por encima de los 10 puntos en el cuarto final, destellos de De Larrea, más puntos de Puerto y una victoria plácida antes de seguir trabajando en Badalona antes de jugar con la subcampeona olímpica y la campeona mundial antes de viajar a Chipre. Como siempre, le gusta ir de tapada, aunque los recursos no abunden. Pero España siempre compite.
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