El factor Tyson Pérez

“Han sacado al mejor jugador del último mes, que es Tyson Pérez, que ha generado esa intensidad y capacidad”. En el análisis del Unicaja-UCAM Murcia, Sito Alonso aportaba como clave la presencia en la prórroga del hispanodominicano, en la que irrumpió con mucha fuerza, con dos mates y masiva presencia en los dos aros. Había estado en formol con los buenos minutos de Tillie previamente, pero es una de las inmensas fortalezas de este Unicaja, el fondo de armario para encontrar hombres determinantes.

Tyson Pérez es quizá el alumno más aventajado de los tres fichajes del pasado verano, también había trabajado ya con Ibon Navarro. Él ya había sido contratado en 2023, pero se le dejó cedido en Andorra, donde coincidió con el técnico vitoriano, y tiene vínculo hasta 2027. Un cupo de mucho nivel que multiplica su valor en el contexto actual en la que la juventud mira hacia Estados Unidos como elección primaria en los más cercanos a pisar la élite. Es una obsesión de la dirección deportiva cajista tener cubierto ese cupo de jugadores nacionales y de formación hasta el medio y, si cabe, el largo plazo que aporten de manera real. Es un problema, por ejemplo, que el Baskonia ha ido pagando en las últimas temporadas, la irrelevancia de los cupos. No confundir con sobrepagarlos o darles un rol sobredimensionado. Pero sí que aporten. Es esa clase media de este Unicaja actual que da volumen a una plantilla muy profunda.

La productividad de Tyson Pérez es bastante elevada. En 49 partidos oficiales promedia 14 minutos con 7.4 puntos (65% en tiros de dos, 60% en libres y 27% en triples), 4.8 rebotes y 10.4 de valoración. Está en el Top 3 de jugadores más productivos por minuto en pista de la plantilla. Una de las motivaciones del jugador en su fichaje por el Unicaja era conseguir la regularidad física que no había tenido en las últimas temporadas. El año pasado en Andorra tuvo varias lesiones musculares. En Málaga se ha perdido encuentros puntuales dentro de las rotaciones, con alguna sobrecarga, pero no ha tenido una baja prolongada.

En Atenas Tyson Pérez debía haber sido seguramente el MVP si se hubiera votado por el conjunto de los dos partidos. Fue determinante en los duelos ante AEK y Galatasaray. Ese plus físico y de energía lo agradece el equipo en momentos de máxima exigencia. Su brutal mate en rebote de ataque ante los turcos fue exuberante, como los alley hoops en la prórroga ante el UCAM con Tyson Carter. Ha habido momentos en la temporada en los que los rivales han atacado sus debilidades, como flotarle descaradamente cuando recibía la bola lejos del aro, sucedió en la Copa contra el Joventut, o atacar su espalda defensivamente castigando uno de sus puntos de mejora, la lectura táctica. Hay que recordar que es un jugador que empezó bastante tarde a jugar al baloncesto. Con 29 años aún tiene buenas temporadas por delante. Este verano está pendiente de una decisión clave de la FIBA, si le permite jugar con su país de origen, la República Dominicana, como desea el jugador tras haberlo hecho en varias ventanas a las órdenes de Scariolo con España. Aunque con su nivel actual no sería descartable una inclusión en el combinado nacional. Desde la FEBse respeta el deseo de Tyson, aunque se aguarda la resolución del máximo organismo. Mientras, en Málaga se disfruta de una versión de un jugador con mucha hambre de gloria que no para de crecer.