Fichajes Unicaja: El manual en la maleta

“El Unicaja se escucha en toda Europa”, una frase de Xavier Castañeda que más allá de su sencillez define la verdad del club malagueño. Tímido el nuevo fichaje, pero está bien sintetizada la posición actual. Ese es uno de los mayores logros del Unicaja en estos últimos años. Los fichajes, que han sido pocos en este ciclo, aterrizan con el manual en la maleta, conscientes de que en Málaga no hay jerarquías impuestas ni protagonismos inflados. La idea es clara y ha demostrado ser ganadora: el colectivo por encima del individuo, el sacrificio por delante del brillo. Una filosofía que aparta los egos, iguala los roles, reparte el foco y multiplica el rendimiento del grupo.

"No creo que tenga que adaptarme. Creo que es una forma de marcar el ritmo de tus jugadores. No puedes hacer jugar a tus jugadores los 40 minutos. Es una forma de marcar el ritmo, y por eso los buenos equipos tienen profundidad. Tienen muchos jugadores que pueden aportar. Creo que el Unicaja ha demostrado a lo largo de los años que tiene profundidad. Así no se presiona mucho a un solo jugador. Paras a un jugador, tienes a otro, tienes a otro. No creo que sea un problema para él. Al contrario, encantado de formar parte de este estilo de juego", hechizado Castañeda. Ese mensaje, que antes se transmitía desde dentro, ahora circula de boca en boca entre jugadores por toda Europa. El haber construido una forma de trabajar que no se adapta al jugador, sino que lo absorbe, lo integra y lo transforma. Y lo más valioso es que ese modelo ya no necesita ser explicado. Circula internamente en clubes, vestuarios o representantes. Es oro ante un contexto donde hasta los grandes clubes de Euroliga suelen reinventarse cada año. El éxito del Unicaja no radica únicamente en levantar títulos. Emular lo anterior sería una entelequia, lo verdaderamente valioso es haber consolidado una forma de trabajar que hoy se reconoce y se respeta en todo el continente.

El reto será ahora mantener esa llama viva. Se han marchado pilares de este ciclo, jugadores que encontraron en Málaga la pista de despegue hacia la Euroliga. “Igual el haber sido ese trampolín para la Euroliga, podemos traer a ciertos jugadores aquí, incluso jugadores que pueden coger un atajo e ir directamente a la Euroliga con un rol, un salario… Le invitas a venir aquí, en este sistema, con nuestro baloncesto, y dar un salto mayor desde aquí. Es tu fortaleza, tu herramienta, para tratar de traer jugadores del nivel de los que se van deportivamente, luego hay un tema humano que es hasta más importante, un trabajo paralelo a todo el scouting, que hay que saber cómo son”, comentaba Ibon Navarro hace unas semanas en Cope Málaga. Hay un verdadero desafío en el Unicaja que viene: que el cambio de piezas no altere esa esencia.

Castañeda llegó sabido a Málaga, unos días de familiarización, con su sello en regla, y marcharse con Bosnia a preparar el Eurobasket. El Unicaja se ha asegurado esa predisposición en el resto de fichajes, hasta en Chris Duarte, pese a su dimensión, con un talento fuera de norma, que en teoría está por encima del rango natural de este proyecto, y unas expectativas reventadas cuando se anunció la bomba del dominicano. Pero el jugador acepta y abraza una filosofía que no se negocia. Es la que te ha llevado hasta aquí. Hambre y deseo de descubrirla.