Fichajes Unicaja: El mercado de pívots, un terreno hostil
El Unicaja se ve forzado a acudir al mercado por la ausencia prolongada de Kravish; disponer de la plaza libre de extracomunitario amplía las opciones, pero al club le toca ingeniar por la escasez y el factor Euroliga
Cuatro meses fuera
La lesión de David Kravish, que estará fuera cuatro meses por una fractura de peroné, deja al Unicaja ante un escenario inesperado y muy complejo. No es un jugador cualquiera el pívot de Illinois, cuyo rol en el equipo es absolutamente estructural, con funciones muy particulares y un perfil que la plantilla actual no puede cubrir de manera inmediata. Su ausencia provoca un enorme vacío y obliga al club a moverse en un mercado complicado, donde la competencia es feroz y las opciones limitadas. El reciente fichaje de Bruno Fernando por el Partizan desde el Real Madrid sirve de ejemplo de esa dificultad: muchos portaviones de Euroliga buscan reforzar sus cinco, y el Unicaja deberá tirar de ingenio en esa selva.
El Unicaja renovó a David Kravish hasta 2028, a sus casi 33 años. Una apuesta que refleja la trascendencia del americano en el proyecto del equipo malagueño y su papel central en la identidad del juego. Parte de ese núcleo duro y aportando aportando al bloque mayor riqueza táctica, un registro distinto y capacidades únicas en la posición de cinco. Su tiro eficiente desde cuatro o cinco metros, el spacing que genera y la influencia que tiene en la circulación de la pelota hacen que sea el origen de muchos de los sistemas de ataque. Internamente, se le considera clave para que el equipo funcione, aportando orden, pausas estratégicas y la capacidad de desatascar situaciones complicadas. Al marcharse Sima, más peso para Balcerowski (que no se resfríe) y con el americano de escudero fiable, para ir dándole forma al proceso del pívot polaco, que se queda como único cinco hasta cristalizar ese reemplazo. Su perfil es prácticamente imposible de sustituir en el mercado.
El Unicaja ya está estudiando alternativas para reemplazar a Kravish, dando por hecho que su recuperación llevará tiempo y evaluando distintos escenarios. El club dispone de una plaza de extracomunitario que se había reservado en verano por si surgía alguna contingencia, y aunque jamás se habría imaginado un contexto tan extremo, esa disponibilidad permite ampliar notablemente el abanico de opciones. Es especialmente útil ante posibles cortes desde Estados Unidos o movimientos de jugadores en el mercado europeo, muchos de ellos americanos y sin pasaporte. Dentro de la dificultad de perder a un jugador del calibre de Kravish, contar con esta plaza representa un alivio relativo. Además, el prestigio del proyecto del Unicaja y su reputación como equipo ganador, capaz de impulsar carreras, es una baza que está ahí. La posición de pívot es la más difícil de encontrar en el mercado actual. Esta situación se suma a una tendencia que se comenta en los corrillos del baloncesto: cada vez hay menos jugadores disponibles frente a la creciente demanda global. La avalancha de talento que emigra a NCAA, la inflación del mercado de Euroliga y esta temporada con 20 equipos, sumado a a contratos millonarios en mercados internacionales... Una confluencia de factores que complican ese movimiento del Unicaja.
Hasta ahora, el Unicaja había esquivado lesiones graves en este ciclo, salvo roturas musculares de corta duración. La última baja de impacto se remonta a la lesión de rodilla de Augusto Lima, en diciembre de 2022, y que provóco el fichaje de Sima. La forma de trabajar del club había reducido los riesgos y minimizado la incidencia de lesiones críticas, pero ahora el equipo se topa con la realidad: en pocos meses se pasa de una plantilla con siete jugadores interiores a una situación de escasez significativa. El destino, caprichoso y a veces diabólico, obliga a aceptar la circunstancia y actuar. Golpe durísimo, que coincide con una reconstrucción en su fase inicial. La ausencia de de Kravish retrasa ese proceso.
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