Guille del Pino y Unicaja, un artista diferente rumbo a la NCAA

La asombrosa actuación de Guille del Pino para dar a España el oro en el Europeo sub 18, con nueve puntos en los últimos 27 segundos de partido y un triple icónico a un segundo del final, no sorprende a quien lo ha visto desde pequeño jugar. Lideró a Andalucía al título nacional de minibásket en 2019 y ya ahí empezó a sonar su nombre en el mundillo, su control de las situaciones y su aplomo desde tan pequeño impresionaba. Le cortejó el Unicaja y llegó ya dos años después, tras la pandemia, a Los Guindos. Fue escudero de Saint-Supéry, un año mayor, en un recordado Nacional cadete en San Fernando en el que el Unicaja puso contra las cuerdas al Real Madrid de Hugo González. Repitió al año siguiente con él ya de líder. Es un jugador con ese don y ese talento de ser frío como un témpano en los instantes decisivos. Fue risible que no estuviera en el quinteto ideal del torneo, si no MVP, desde cuartos de final a la final promedió más de 16 puntos. Equilibrismos clásicos en estos torneos.

Del Pino decidió en el verano de 2024 regresar a Córdoba y jugar un año en casa, delante de familia y amigos, en Segunda FEB en su último ejercicio de junior porque ya tenía decidido marcharse a la NCAA. Es síntoma de su personalidad. El Unicaja le ofreció firmar un contrato amplio, en las mismas condiciones que lo había hecho un año antes Saint-Supéry, con presencia diaria en el primer equipo, con el que ya había hecho pretemporada y había debutado el año anterior. En Los Guindos se fantaseaba con una pareja al estilo Berni-Cabezas, pero la realidad y la coyuntura actual es diferente. Los cantos de sirena de la NCAA son difícilmente resistibles. También, paradójicamente, la era de esplendor del Unicaja actual hace que el escalón de exigencia para los jóvenes sea más alto y que en un equipo campeón no exista ese punto de atrevimiento para apostar ya por los talentos emergentes porque se privilegia prolongar un presente luminoso.

Del Pino es un jugador especial, de los que no se pone todos los días pero sabe cuándo ponerse. Con una sensibilidad más allá del baloncesto, con inquietudes fuera de la pista sin que le obsesione el balón naranja. Es hincha irredento del Córdoba CF. Esa capacidad para sobreponerse a un error, de hacer un dos más uno que parecía sentenciar el encuentro para Francia y responder con un triple desequilibrado para dejar en el duelo al equipo nacional, no es frecuente en estas edades. La certeza nada más salir el balón de su mano de que entraba tampoco lo es. Ni empujar a sus compañeros que iban a celebrar con él para que defendieran el lanzamiento postrero francés. Un síntoma de estar metidísimo en el partido. En su salto a la NCAA el reto es enfrentarse a un nivel físico superior. En esta exuberante generación española que empuja, Del Pino tiene otro perfil más terrenal, habrá que ver si moldeable al baloncesto americano en un momento clave en su formación. Ya se ha visto con otras perlas españolas que elegir el destino es esencial. Estará en una conferencia muy potente, en la Big 10, en la que estarán Folgueiras o Aday Mara.

En ese trienio 2005/2007 han brotado tres jugadores de proyección, al menos, de selección española absoluta de Los Guindos, empezando por Folgueiras, siguiendo por Saint-Supéry, ya en ella mientras que el paleño ha asomado la cabeza en esta concentración, y continuando con Del Pino. Tres talentos de los mejores de Europa de su generación, cada uno en sus cualidades y roles concretos, pero que 5 o 10 años antes seguramente se hubieran consolidado en el primer equipo. Iowa, Gonzaga y Maryland serán sus equipos la próxima temporada. No es un problema exclusivo del Unicaja, es la realidad del baloncesto europeo. La NCAA pasa a ser el lugar en el que continúa la formación a partir de los 18-19 años, pero con unas condiciones no convencionales. Habrá jugadores que tendrán los mejores sueldos de su carrera en este periodo.

El Unicaja inscribió en el derecho de tanteo a Del Pino y Folgueiras. No tiene vínculo ya con Saint-Supéry al haber abonado el jugador la cláusula de rescisión para marcharse libre. En el caso de que el cordobés y el paleño decidan regresar a la ACB tras su periplo universitario, el Unicaja tendrá derecho de quedarse con el jugador igualando ofertas. En el club no han gustado estas marchas, se ha podido palpar en los mensajes o falta de ellos en las redes sociales. El tiempo dirá si regresan al Carpena y se les ve de verde y morado. De momento, han dejado dinero uno de ellos y un prestigio en el mundillo en un momento en el que se afronta un reseteo para afrontar una manera distinta de trabajar en Los Guindos.