Histórico ascenso del CAB Estepona a la élite del baloncesto femenino español

El baloncesto malagueño ya había ganado tras la jornada de semifinales. Un equipo de la provincia jugaría la temporada próxima en la élite del baloncesto español por primera vez. Faltaba por dilucidar quién era. Será el CAB Estepona, que derrotó en la final en su casa, en La Lobilla, a un Unicaja que hizo un notable primer tiempo y que ha completado una extraordinaria temporada, pero que no pudo contener en la segunda mitad al poderoso equipo de Francis Tomé (89-69), que ya había transitado la campaña anterior por el amargor de perder una fase de ascenso en casa en esa infausta final ante el Joventut. Aunque había jugadoras nuevas, esa madurez y ese poso le valió para gestionar a favor jugar en casa, en un ambiente espectacular, también con mucha gente de la capital apoyando al Unicaja. Tras codearse toda la temporada con el Leganés por el ascenso directo, no falló en el momento preciso. Salvó un momento delicado en la semifinal ante Mallorca. Y no falló ante el Unicaja después de ir 15 minutos a remolque ante un rival que parecía más fresco y menos atenazado.

Cristaliza, pues, la apuesta del club esteponero por el baloncesto femenino. Con una base creciente, que ha producido también jugadoras propias, en la última década ha dado pasos progresivos, con ascensos repetidos antes de la frontera final, la de jugar en la élite del baloncesto español. Hay una fuerte inversión privada y también el respaldo del Ayuntamiento local para conseguir un hito impresionante para el baloncesto malagueño. Y, claro, un gran trabajo de Francis Tomé, que ha terminado de darle un salto al equipo y al club, con sus jugadoras. Competirá con las mejores el CAB Estepona, en una competición con creciente implantación, cada vez con más clubes históricos masculinos metidos (Valencia, Zaragoza, Joventut, Estudiantes...) y con lugares con tradición.

Empezó el Unicaja arriba en el marcador, con rentas escasas pero con dominio, con buenos minutos de Celia García, la jerarquía de Capellán y una fuerte defensa colectiva. Estaba impreciso el Estepona, con más errores de lo normal, incluso en lanzamientos cerca del aro. Tenía el seguro del rebote de ataque, con constante presencia de una Sherrill imperial (19 puntos y 15 rebotes), muy dominante. Los triples de Marta Gómez, jugadora experta que conseguía su tercer ascenso, dieron la dosis justa de tranquilidad para que su equipo pegara un mordisco al marcador en el tramo final del segundo cuarto, dominando por 11 puntos (43-32) después de haber ido a remolque el grueso del periodo.

Con ese viento a favor, el Estepona no perdonó y rompió definitivamente el encuentro en el tercer cuarto. El Unicaja no conseguía encontrar a las Herlihy, esenciales para anotar, y el colapso era cada vez más grande. El CAB Estepona, con Marina Gea gobernando el partido, superaba los 20 puntos de renta y llegaba casi a los 30 al final del tercer cuarto (71-43). La fiesta ya se mascaba en La Lobilla y ya fue cuestión del paso del tiempo. El CABEstepona jugará en la élite del baloncesto español el próximo curso. Y en Liga Challenge quedará el Unicaja después de haberse quedado a sólo 40 minutos del ascenso, con el respaldo de un gran proyecto detrás, que tarde o temprano acabará desembocando ahí arriba. La enseñanza de este fin de semana seguro que será un acicate para seguir mejorando. El CAB Estepona, mientras, se paseará por las mejores pistas de España y recibirá a los mejores equipos del país.