Ibon Navarro se acuerda de Thomas, Brizuela, Lima... Y Saint-Supéry: "El principito nos jubilará a todos"
"Ayudaron mucho a crear lo que tenemos hoy aquí dentro", estima el técnico cajista
"No jugamos finales, ganamos finales"

Una señal de que este grupo de jugadores y staff del Unicaja trasciende al baloncesto es cómo siguen siendo partícipes los ex jugadores que estuvieron en este grupo de los éxitos. "Hoy hay que acordarse de Will Thomas, que nos ha ayudado a la preparación de los dos últimos partidos en la Copa, de Augusto Lima y de Darío Brizuela, que ayudaron mucho a crear lo que tenemos hoy aquí dentro. Hablo del juego. Hablo de la química, hablo del grupo humano que hay. Así que, bueno, va también para ellos", decía Ibon Navarro aún con el subidón por las nubes tras la gran victoria del equipo en Gran Canaria. Ese sentido de pertenencia denota que es un grupo que marca a todos los que han formado parte de él. Desde el mismo vestuario había llamadas a Lima y Thomas. Brizuela, íntimo amigo de Alberto, también mantiene el contacto, hay una fraternidad que perdura. Ganar une, no hay hay duda.
Al día después, Ibon Navarro también añadía de Mario Saint-Supéry, que durante dos años formó parte de este grupo, desde debutar siendo el más joven en vestir la camiseta en un partido oficial aún con 15 años, hasta que salió cedido rumbo a Burgos a mediados del curso pasada para acabar en Manresa. "Y de Mario, el principito, que nos jubilará a todos", matizaba Ibon en su cuenta de X con el vídeo de sus declaraciones a Movistar.
Y es que Saint-Supéry, que también estuvo presente en la Copa del Rey jugando con Manresa, con su bautismo ante el Real Madrid antes de incorporarse ahora a la selección española a las órdenes de Sergio Scariolo, formó parte del grupo que estuvo en Badalona ganando la competición que abrió este ciclo glorioso y también aportó esa frescura y nivel de entrenamientos más la presencia en una veintena de partidos de partir a hacer la mili. Su evolución dictará si vuelve o no, cuándo y de qué manera. Pero el mensaje del técnico, renovado recientemente hasta 2027, es diáfano, le tiene en la cabeza. Aún tiene 18 años.
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