Ibon Navarro: "El Unicaja hizo todo para que Mario Saint-Supéry siguiera aquí"

Ibon Navarro estuvo en La Jugada Málaga de Canal Sur antes del último test de la pretemporada del Unicaja. Tocó la actualidad el entrenador cajista, con la plantilla al completo antes del ensayo de Copa Andalucía en Córdoba ante Covirán. Más off topic dentro de esa entrevista, Ibon hablaba de la salida de Mario Saint-Supéry del Unicaja, dirección Gonzaga y una NCAA que ofrece al malagueño una oportunidad única e integral, en una de las universidades más potentes del espectro universitario. Su nombre alcanzó unos picos de decibelios tras un Eurobasket que refuerza la idea de jugador para muchos años en la absoluta, otra circunstancia que aumenta el escozor de esa salida.

"Creo que hicimos todo lo que había que hacer. Decirle al chico… Primero, si os acordáis, cuando se marchó de aquí el que no quería que se fuera fui yo, pero lo dije. Yo creo que aquí hay diferentes visiones. Está la de sus padres. Si yo fuera sus padres o agente tenía que haber salido, que es lo que hizo", decía Ibon, que analizaba su crecimiento en sus dos cesiones. "El club hizo lo que tenía que hacer, que era dejar ir al chico para que creciese y pudiese volver con más minutos que aquí no iba a tener, no porque a mí no me guste, sino porque el equipo está diseñado para otra cosa. El equipo no es un instrumento para que Mario juegue. Evidentemente hay partidos en los que él podría haber jugado 20 minutos, pero no puedes tener a un jugador como Mario para jugar ese partido de 20 minutos y los otros no jugar. Eso es una falta de responsabilidad. Tú tienes que tener un espectro mucho más grande y pensar en el jugador durante la temporada. Me pareció, bueno, muy positiva la salida a Tizona. Por los jugadores que había con contrato, vimos que podía haber días en los que podía jugar y había días en los que no. Y esa inconsistencia en un joven no es buena, necesita tener la sensación de que, si se equivoca, no supone no jugar y con la marcha de Diego a Manresa, yo creo que era el escenario perfecto, que siguiese estando ahí con Diego porque era un jugador con el que él estaba a gusto. Diego es un entrenador que le gusta ese tipo de jugador, le da mucho espectro y en el diseño de Manresa, él tenía una cabida clara para jugar".

"Pero nuestra idea era que pudiésemos recuperarlo. Más cuando sabéis que Juanma tiene una preocupación muy alta con los cupos y Mario es un bien de este club. Y es un jugador que iba a tener un impacto muy grande. Pero nosotros ya en enero sabíamos que no iba a ser posible. Las cantidades con las que se maneja el mercado norteamericano de las universidades es inabarcable, o sea Mario sería el jugador mejor pagado del equipo. Si nosotros tenemos que igualar eso… Entonces, es imposible. Nosotros no es que no lo hayamos querido ni que no hagamos que el Carpena disfrute de Mario. Es imposible. El baloncesto ha cambiado para los jóvenes y estamos viendo jóvenes que se van a marchar allí, que es preocupante porque van a ganar ahora el dinero que jamás van a ganar en Europa, seguramente. Es posible que Mario sí, si Dios quiere y todo le va bien, es posible que ni vuelva y que se quede la NBA. Ojalá, por él. Pero si las cosas no van tan bien y vuelve aquí es que no va a ganar nunca ese dinero. Entonces, yo además le tengo mucha fe y creo que le va a ir súper bien", reflexionaba Ibon Navarro.

El vitoriano imagina su aterrizaje en Gonzaga como "algo súper chocante porque nunca un rookie juega y menos en un equipo como Gonzaga y va a jugar y creo que eso va a ser un impacto. Y le deseo lo mejor. Y creo que se lo merece y si yo fuera él, sus padres, su agente, hubiera hecho lo mismo. A mí como entrenador del Unicaja me fastidia mucho, pero es una irresponsabilidad por mi parte decir que Mario se equivoca. Mario va a hacer lo que tiene que hacer. Se le va a solucionar la vida a nivel económico y va a estar en un sitio donde puede estudiar una carrera y va a tener muy cerca el sueño de cualquier jugador que es la NBA. Le podemos dar otras cosas, pero eso no se lo podríamos dar jamás’’.