Lleida-Unicaja: Maquinaria en perfecto estado de revista (69-98)
El Unicaja da un recital de baloncesto en Lleida (69-98) en el penúltimo test antes del play off, con intensidad y concentración y con un Olek Balcerowski descollante
Las fotos del partido
La maquinaria parece que llega en perfecto estado de revista al play off de la Liga ACB, la última frontera de este Unicaja de leyenda que aún destila hambre para coronar el Everest. En la penúltima jornada de temporada regular, en Lleida, ofreció una exhibición de baloncesto. A veces, un partido casi intrascendente a efectos clasificatorios también recuerda de qué pasta está hecho el equipo, cómo transmite y cómo siente el baloncesto. Después de un primer tiempo de alta escuela, se mantuvieron las constantes altas en la segunda mitad para derrotar al animoso y bien trabajado equipo catalán de manera contundente (69-98). Frescura física y mental y una victoria tremenda.
Tras unos primeros minutos de alternancia, la defensa del Unicaja fue imponiéndose en el partido y marcando el ritmo. Y la cabeza de Olek Balcerowski se fue elevando varios cuerpos sobre el encuentro. No ha sido un año fácil para el jugador polaco, la expectativas estaban por las nubes y el hype se desbordó. Pero ni él se ha abandonado ni el equipo y el staff le han dejado atrás. Y muestra destellos del tipo de jugador que puede ser. Por momentos pareció ver a Pau Gasol vestido con la camiseta, blanca este domingo, del Unicaja. En dos rotaciones en el primer tiempo había sumado 20 de valoración en seis minutos. Un catálogo de acciones en los dos aros impactante. Con manejo de balón para ponerla en el suelo, técnica, también determinación... Bien asistido y fabricándose él acciones, forzando faltas y metiendo los tiros libres de inicio, con varios mates. Seguramente no era la oposición más fuertes ni el Lleida estuvo muy físico, pero tampoco hay que restarle valor. Un jugador joven necesita ese refuerzo positivo de los partidos para ir creciendo. Y, si para el play off está tambien presto para dar rotaciones de calidad, puede ser un arma diferencial en momentos concretos. Después no mantuvo el nivel de excelencia, pero ese jugador está ahí.
Balcerowski era el ejecutor, pero la orquesta sonaba perfectamente en todos los instrumentos. Quizá sólo en el rebote en defensa había alguna laguna, pero no impedía volar en contraataques, incluso tras canasta. En el primer cuarto ya habían salido los 12 jugadores del Unicaja, el excel mandaba en la gestión de los minutos en esta aproximación al play off. Y en el segundo cuarto ya llegaba el quiebre del partido a favor del equipo malagueño. Tras el 23-28, con el Lleida entrando en una buena racha en el tramo final, del primer cuarto, avalancha defensiva en el segundo, obligando a tiros incómodos a los rivales. Y una primorosa circulación de balón malagueña en ataque, encontrando situaciones favorables. Metía también Nihad Djedovic, en su regreso, también presto para combatir en las eliminatorias tras su lesión. Perry rajando la defensa, Kalinoski dando un clínic constante de baloncesto, Tyson Pérez exuberante... El recital era colectivo (35-56 al descanso).
Tras el paso por el vestuario, el Unicaja mantuvo la intensidad, no tanto acierto pero sí la voluntad de que la prueba fuera fructífera hasta el final. Y ante un rival que ha hecho partidos incómodos en su feudo a rivales potentes, que propone un baloncesto que va en la línea de lo que propone el Unicaja. El partido se había instalado en esa frontera de los 20 puntos, que el Lleida bajaba en algún momento con su afición apretando y haciendo una fiesta de cada canasta, celebrando una permanencia conseguida con holgura y antelación. Un par de triples de Kalinoski, que siempre está, liquidaron la última pretensión de meterse en el partido del Lleida, que llegó a rebajar hasta los 16. No hubo más emoción para el Unicaja, que tendrá otro test más el próximo viernes ante el Joventut en el Carpena previamente al arranque de las eliminatorias por el título. La maquinaria está rodada y en óptimo estado.
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