Un malagueño en el corazón de la NCAA: "A los jugadores les digo que esto no es real"

Pedro García Rosado, que comienza su quinta temporada en la liga universitaria como entrenador, ahora en Washington State, habla sobre cómo es la metamorfosis de la competición que está cambiando el mapa del baloncesto: "Hay cantidades de dinero que nunca un jugador va a cobrar, ni en ACB, entre los años 18 y los 22 años"

Show de Chris Duarte

Pedro García Rosado, en el draft de la NBA de 2025, donde estuvo un jugador de su universidad.
Pedro García Rosado, en el draft de la NBA de 2025, donde estuvo un jugador de su universidad. / PGR

La NCAA es ahora mismo un centro debate en el baloncesto universal. Siempre fue la gran cantera del baloncesto universal, pero ahora echa sus redes sobre el resto del mundo de manera agresiva con contratos altísimos gracias a la nueva normativa. En el Unicaja se conoce bien. Pocos malagueños pueden hablar con tanta propiedad como Pedro García Rosado (Torremolinos, 1990), un entrenador que comenzará ahora su quinta temporada en la competición, ahora como técnico asistente en Washington State. Previamente estuvo en Eastern Washington tras acumular, pese a su juventud, un amplio bagaje detrás, con experiencias por Inglaterra e Islandia además de por diferentes puntos de la geografía española. Atiende a Málaga Hoy desde Londres, donde está de viaje por Europa con su universidad. Esta semana llegará a Málaga y trabajará en The Embassy unos días. Después también irán a Barcelona.

Pregunta.-Le pillamos en Londres antes de venir a Málaga.

Respuesta.-Es algo que se puede hacer una vez cada cuatro años. Lo que pasa ahora mismo es que las universidades ahorran ese dinero, que es una cantidad alta, y lo ponen para pagar a los jugadores. Por lo general son unas 30-40 universidades cada año que hacen este viaje. Este año creo que somos sólo tres universidades en todo el país. Así que fíjate cómo ha cambiado. Con esa cifra puedes traer a uno o dos jugadores. Pero eso el final esto lo paga gente privada que tampoco quieren pagar dinero para salarios de los jugadores. Son gente mayor que no comprende un poco la situación actual, por donde va encaminado el sector universitario. Pero decían que querían donar dinero para hacer algo de esto. Así que bueno, pues perfecto.

P.-Será su quinta temporada en la NCAA.

R.-Exacto. Antes en Eastern Washington y esta será la segunda temporada en Washington State.

P.-O sea, que ha vivido desde dentro esta metamorfosis.

R.-Cuando llegué allí a Estados Unidos, en principio los jugadores que se transferían de universidad tenían que sentarse un año, o sea, una temporada en blanco. Y justo el año que yo llegué se quitó esa regla. Y luego ya el siguiente año fue cuando empezó a entrar el tema de cobrar por jugar. Así que estoy viviendo la completa metamorfosis.

P.-Ahora mismo está el baloncesto europeo un poco en ese shock. ¿Cómo se vive allí?

R.-Mira, para mí el cambio está siendo más sencillo. ¿Por qué? Porque yo al final vengo de un concepto profesional. Entonces, esto se está convirtiendo en profesional, que era a lo que yo estaba acostumbrado antes. Sí que es cierto que aquí a la gente todavía le cuesta un poco. Al final lo estamos actualizando de forma muy rápida, porque van pasando cosas cada año y no te da tiempo a pensarlo. Hay algunos entrenadores veteranos, por ejemplo, que han decidido alejarse porque ellos se enamoraron del concepto universitario antiguo, de la forma de reclutar antigua. Pero bueno, pues al final es actualizarte o morir en ese aspecto. Lo que está pasando es que al final hay mucho dinero. Está el tema de los derechos televisivos por un lado, y luego siempre ha habido mucho dinero de gente que ha estado en el pasado en la universidad. Gente que le ha ido bien la vida, bien en los negocios y quiere agradecer donando. Y bueno, pues ahora, ¿qué pasa? Ese dinero que donaban antes, quizás, pues para estos viajes que se hacían una vez cada cuatro años o para mejorar las instalaciones se está destinando a pagar a los jugadores. Sí que es cierto que ese dinero, en particular, que va de personas privadas, va a tener un límite, que al final la gente se acabará cansando de pagar. Pero el que no va a tener límite es el de los derechos televisivos. Piensa que hay partidos universitarios que se han visto más que algunos de los partidos de las finales de la NBA. Entonces pues eso es un dinerazo. Es mucho dinero lo que hay metido. Y ahora sí se revierte en los jugadores, que ahora también se quedan en la universidad más tiempo.

Pedro García, en un entrenamiento.
Pedro García, en un entrenamiento. / PGR

P.-Se decía antes que los entrenadores universitarios ganaban algunos más que los de la NBA.

R.-Y lo siguen ganando, ¿eh? Piensa que hay entrenadores que ganan 7 o 8 millones en la universidad. Hay muchos entrenadores de la NBA que no lo ganan. Y eso va a seguir pasando. Eso es así. Pero bueno, ahora, lógicamente, pues han apretado mucho los jugadores. Se está intentando regular un poquito. Por ejemplo, la NCAA ha puesto como un salary cap de 20 millones para cada universidad. Pero eso es entre fútbol y entre todos los deportes, 20 millones. ¿Qué pasa? Que eso ya lo han denunciado. ¿Por qué? Porque al final los jugadores dicen que solamente pueden cobrar 20 millones, pero que no les dejan cobrar de nadie más, lo que le impediría cobrar de marcas, patrocinios y todo ese tipo de cosas. Su razonamiento es que por qué ellos sí y los jugadores de la NBA no. Pues al final va a haber ese tipo de disputas.

P.-Se enlaza todo esto con los jugadores europeos y el atractivo de esta propuesta.

R. -Claro. Al final piensas que un jugador europeo por qué se va a quedar en Europa. Puede cobrar mucho dinero. Todos los jugadores no van a cobrar millones, esa no es una realidad. Pero sí que van a cobrar 10.000, 50.000, 100.000, 300.000 dólares... Bueno, pues hay diferentes cantidades de dinero que nunca un jugador va a cobrar, ni en ACB, entre los años 18 y los 22 años. Eso nunca va a pasar. Es cierto que hay algunos jugadores que a lo mejor jugarán más o jugarán menos. Mejorarán más, mejorarán menos, porque al final en todas las universidades no tienen un buenísimo entrenador. Piensa que hay 350 universidades en este país en División I. Todas no son élite, todas no van a tener entrenadores de élite, ni buenos programas. Pero igual que en EBA, LEB Plata o LEB Oro, tampoco en todos va a tener los mejores entrenadores ni la mejor formación. Entonces yo creo que lo normal es que los jugadores, sus agentes, sus familiares, decidan irse para allá. Van a seguir cogiendo el título universitario o un máster además de tener un buen salario. Lógicamente, siempre y cuando que los jugadores sean conscientes de todo eso. De que quizás no jueguen lo que puedan jugar en España, nada está prometido. Pues igual que te la juegas, quizás un poquito, quizás tenga oportunidad de ir a LEB Oro, pero quizás tengas el banquillo. Bueno, pues para estar en el banquillo quizás te vas a NCAA. Y al final tienes un poco de dinero.

P.-¿Ha cambiado mucho el reclutamiento? ¿Es más agresivo ahora aquí en Europa o se centra más en Estados Unidos?

R.-No, se abre más. Piensa que al final los jugadores buenos de Europa antes no tenían pensado ir a Estados Unidos, pocas veces venían. ¿Por qué? Pues bueno, porque al final iban a jugar en LEB Oro, a lo mejor iban a cobrar 1.500, 2.000 euros al mes. O por otros países de Europa, igual. ¿Qué pasa? Que eso ahora es calderilla para nosotros. Entonces, pues claro, ahora todos los jugadores buenos de Europa, lo normal es que vengan. Lo que ha pasado este año en España con Hugo González, jugando esta temporada pasada allí, es lo menos común. Lo normal es que ahora todos los jugadores buenos de España se vayan para allá. Eso es así. Bueno, el ejemplo es Mario Saint-Supéry ¿no? Mario es que nunca tenía pensado ir a Estados Unidos. Nunca, me refiero, en los últimos años, después de que, oye, le haya ido de lujo, le ha ido muy bien la elección de, tras estar en el Unicaja en rutina del primer equipo, LEB Oro y luego ACB. Lo ha hecho muy bien, con el mismo entrenador, ha tenido muchas oportunidades. Entonces parece que, claro, la elección que se le plantea ahora es muy buena, con una buena universidad, una buena conferencia.

P.-Está Gonzaga en la misma conferencia que su equipo.

R.-Exacto, la misma, la West Coast. Es una buena conferencia. Jugaremos un par de veces contra él y es posible que también en el torneo final. Mark Few es un entrenador que ya tiene mucha experiencia con jugadores extranjeros. Ellos tienen un ayudante que también es español, Jorge Sanz, que lo ha tenido a Mario en la selección española también, ha sido ayudante. Esa es una oportunidad a la que ahora no se puede decir que no. Encima, Mario creo que es un jugador que en uno o dos años será drafteado. Entonces, yo pienso que va a tener mucha más exposición aquí también. Piensa que nosotros, por ejemplo, en nuestro equipo de Washington State, en todos los partidos hemos tenido scouts de la NBA. También hay que decir que un jugador ha sido drafteado el número 11, Cedric Coward. Eso ayuda muchísimo. Pero bueno, en nuestra conferencia, cuando vamos a California, siempre hay scouts. Y un equipo como Gonzaga siempre va a tener scouts de NBA.

P.-¿Le ve ese potencial drafteable a Mario?

R.-Sí, yo lo veo, porque al final el chico físicamente está más que preparado. Aunque al final otros jugadores españoles quizá no están preparados aún, él físicamente está al mismo nivel que otros jugadores americanos. Y después el chico es listo, pasa muy bien, defiende. No como otros jugadores españoles que quizá les pueda costar un poquito. Así que yo lo veo, yo lo veo, sin duda. Quizás pueda necesitar dos años. Pero mira, fíjate, yo no pensaba que el chico lituano que estuvo en el Barça, Jakucionis, iba a ser drafteado antes de llegar a Estados Unidos. Y oye, en un año lo ha hecho. Pues yo veo a Mario igual o más preparado que él. Así que, a ver, que también te digo que es de Málaga y siempre me va a tirar mucho más (risas).

Pedro García Rosado, en una sesión.
Pedro García Rosado, en una sesión.

P.-¿Le ha seguido desde pequeño?

R. -Sí. Me llevo bien con su padre y su familia, son gente estupenda. Así que yo le deseo solamente lo mejor. Sin duda, aunque vaya a ser mi rival. Pero bueno, de siempre le deseo lo mejor, faltaría más.

P.-¿Cómo ha visto a Álvaro Folgueiras?

R.-Lo ha hecho de lujo, encima lleva a su equipo al March Madness, que hacía muchos años que no lo conseguía, y siendo el líder principal del equipo. Así que muy bien. Ahora ha tenido muchísimas oportunidades y se han interesado muchísimos equipos. Va a ganar lo que probablemente no ganaría su vida en ACB. Así que muy bien por él. Muy bien por él. Me alegro muchísimo. Iowa es una universidad muy buena, muy buena. Lógicamente, será más exigente todo.

P.-También se ha ido otro canterano del Unicaja, Guille del Pino, a Maryland.

R.-A ver qué tal le va aquí. Yo pienso que va a tener más problemas a la hora de jugar seguramente al principio por la parte física, que al final no está tan hecho físicamente como puede estar Mario. Pero bueno, a ver qué tal le va, sin duda tiene talento. Ojalá que le vaya muy bien.

P.-¿Qué concepto hay del jugador español allí en Estados Unidos?

R.-Bueno, pues igual que del resto de Europa, chicos inteligentes. Chicos que tácticamente están muy por encima del resto. Muy listos, que pasan muy bien el balón. Así que bueno, eso siempre se aprecia mucho y cada vez más, aunque al final todos son tendencias. En Europa se juega así y se empezó a llevar a Estados Unidos, a los San Antonio Spurs con Popovich, a los Denver Nuggets con Jokic, donde está Sabonis se ha jugado así, en Sacramento se juega así también un poquito... Bueno, pues ese estilo de juego se está moviendo un poquito para la NCAA y entonces esos perfiles de jugadores pues son atractivos. Así que cada vez habrá más, seguro. Ahora, por ejemplo, va a haber muchos chicos también españoles que van a high school (instituto) también. Que van a ir a high school, que van a ir a prep school. Es decir, que antes de ir a la universidad van a ir dos o tres años a high school. Yo eso pienso que es un error, que los jugadores se vayan tan jóvenes a Estados Unidos. Pues porque como se forma en España en high school, es decir, en cantera hasta los 18 años, no se forma en ningún sitio desde mi punto de vista.

P.-¿Es tan buena la formación aquí?

R.-Sí, no la hay, no la hay. Simplemente piensa que los jugadores pues están en una misma cantera, con una misma disciplina, se conocen los jugadores, tienen un director deportivo, tienen un plan trazado por lo general. En la academia, en las canteras europeas y españolas. Y eso al final no se tiene tanto en Estados Unidos, porque bueno, son unos meses en su high school, en su instituto, luego va AAU, que es como un club aparte. La formación en ese aspecto es muy diferente, sobre todo a nivel de recursos tácticos. Sí que es cierto que en Estados Unidos se trabaja mucho mejor la parte técnica individual, el tema del tiro, eso se hace mucho mejor en Estados Unidos que en España. Eso es así, eso es un problema que tenemos sobre todo en España, podríamos estar hablando de eso muchas horas. Pero bueno, sí que pienso que a lo mejor ir un año antes de ir a Estados Unidos, que es lo que llamarían prep school, lo vería interesante. Para adaptarse, para terminar de dominar el idioma, eso sí que es interesante, sin duda.

P.-Ahora aquí hay un debate un poco en el sentido de que esos chicos que van a ganar mucho dinero cuando vuelvan aquí a la ACB, los que no lleguen a NBA, esa readaptación después al baloncesto europeo, en todos los sentidos. ¿Cómo lo vislumbra?

R.-Yo pienso que, si un jugador tiene un problema porque luego cobraría menos dinero, el problema sería de sus agentes y de sus padres, que no le van a explicar la realidad. O sea, yo se lo digo a todos mis jugadores que tenemos en nuestro equipo: 'mira, esto no es real. Ese dinero que cobráis vosotros, eso no lo vais a cobrar luego si vais a Europa'. A no ser que sean jugadores Euroliga o de NBA, ese dinero no lo van a cobrar nunca en su vida. Y los agentes eso lo saben. Entonces yo pienso que tiene que haber un poco de cultura, de educación, y que sus agentes y los padres les ayuden y se lo digan que eso no es real, que eso es algo temporal. Ya está.

P.-Es fácil de decir, pero habrá que trabajar en ello.

R.-Hay agentes muy buenos y seguro que van a mandar este mensaje, pero a lo mejor otros no le quieren contar la realidad y le dicen que luego van a ganar muchísimo dinero en Europa. Yo estoy seguro que las personas adecuadas le dirán el mensaje adecuado. Así que espero que los entrenadores de Estados Unidos, como los que están en mi staff, les den la información adecuada.

P.-¿Y esa readaptación a nivel baloncestístico? Aquí en Málaga vimos los casos de Francis Alonso, que regresa ahora a la ACB, o Rubén Guerrero.

R.-Claro, bueno, un poco de todo, va a depender de todo, de muchísimas cosas. Va a depender del jugador, al nivel al que vaya, el nivel de los entrenadores, la conferencia, hay un poquito de todo. Piensa que al final hay 350 equipos. Tendemos a ver como un todo la NCAA y te diría que hay equipos de nivel EBA y hay equipos que pueden competir quizás con la parte de abajo de ACB o la de arriba de LEB Oro. Entonces es muy diferente, pero sí que es cierto lo que el jugador va a conseguir yendo a Estados Unidos es que físicamente se va a poner mejor y va a mejorar su tiro. Esas dos cosas son ya importantes. Si mejoras esas dos cosas más la parte táctica que un jugador tiene de España, oye, pues a lo mejor le ayuda sin duda. Dependerá de la posición también. Rubén es un cinco, ¿no? Sí que es cierto que depende de dónde vaya, pues quizás no le desarrollan el tiro porque a lo mejor lo especifican más a un rol más concreto. Bueno, eso ya depende de dónde vaya, del estilo de juego, del estilo de los entrenadores. Son 350 entrenadores diferentes...

Pedro García Rosado, en una sesión de trabajo.
Pedro García Rosado, en una sesión de trabajo. / PGR

P.-¿Cuál es su labor ahora mismo en el staff de Washington State?

R.-Yo toco muchas cosas. Porque al final soy el ayudante que lleva más tiempo con el entrenador, David Riley. Llevo ya cinco años con él, antes estuvimos tres en Eastern Washington. Y fue cuando empezó como primer entrenador también. Yo llevo aquí el ataque. Llevo, lógicamente, el reclutamiento internacional. Me encargo del tema del trabajo individual de los jugadores. Cada entrenador tenemos nuestro grupo, pero sí que soy el que coordino un poquito todo, el que marca la directriz del trabajo individual con cada jugador. Y, bueno, pues llevo otras cosas. Organizar los partidos. Aquí se llama el scheduling. Tenemos que organizar los partidos de non-conference, los que no son de temporada de nuestra conferencia y que se juegan antes. Yo me tengo que asegurar de que mi entrenador, cuando llegue a la oficina y demás, que esté todo en orden.

P.-¿Y cómo hace ese scouting internacional?

R.-He estado en Suiza viendo el Mundial sub 19, también me fui a ver un torneo sub 18, que precisamente fui a ver a España, que jugaba contra Francia, Lituania y Alemania. Durante el año viajo, suelo viajar en septiembre por un par de países para ver cosas. Y luego, durante la temporada, a ver partidos, ver estadísticas, hablar con agentes, hablar con scouts, un poquito de todo.

P.-¿Cuánta gente forma parte del staff?

R.-Somos unos 12 entrenadores. En Estados Unidos se está muy avanzado en ese aspecto. El tema de los entrenadores, los roles de los entrenadores, de reclutar entrenadores jóvenes, por ejemplo. Nosotros tenemos entrenadores jóvenes que están empezando a sacarse su carrera universitaria Hacen un poco de voluntariado, que se están sacando su máster y cobran un poquito de dinero. Hay diferentes escalones dentro del staff también hasta llegar un poco a la posición que yo llevo, que soy el que es el más veterano en ese aspecto.

P. -¿Hay debate allí sobre si retrasar la línea de tres más, bajar el tiempo de posesión y todas estas historias?

R.-Sí, sí que es cierto que se habla de adaptar normas FIBA. La NCAA es la única competición que solamente tiene dos partes en vez de cuatro, que hay 30 segundos de posesión en vez de 24. Esas son quizás las principales cosas, también el tema del replay, de cuándo los entrenadores pueden ver la jugada de nuevo. En FIBA se están tocando y están más avanzadas que nosotros.

P.-Empezó en EBG, siguió mucho al Unicaja. ¿Cómo le está viendo desde la distancia?

R.-Disfrutando muchísimo. Intento verlo cuando estoy cenando o tengo un rato pues me pongo el partido. Conozco mucha gente ahí en el staff. Y luego, mi madre, una forofa máxima, mi madre es abonada del Unicaja. Desde que yo tengo uso de razón, desde que me llevaba a mi a Los Guindos a entrenar desde los 12 años. Ella se va sola, se coge su autobús, mi padre la recoge. Así que, si no veo el partido, ella me lo cuenta. Mi hermano está ahora en Valencia pero también ve los partidos. Así que, si no lo veo, ellos me lo cuentan luego. Me alegro mucho por los entrenadores, por Juanma, que es un gran tío, por todos. Me alegro mucho, sin duda, por todos ellos.

P.-¿Conoce a Xavier Castañeda, que salió no hace mucho de la NCAA?

R.-Sí, conozco a gente de los Clippers, con los que jugó la Summer League. Es un chaval explosivo y potente, a ver cómo se adapta a la ACB pero lo ha hecho muy bien antes, seguro que lo hace. Chris Duarte ya había salido de la universidad cuando llegué, es un jugador de mucha calidad. Creo que lo va a partir allí, le vi mucho cuando jugaba en Indiana. Tiene todas las cualidades y creo que ha elegido en función de tener un lugar con estabilidad que Málaga le puede ofrecer. El Unicaja ha trabajado bien esa idea de continuidad y han llegado los éxitos. Puede encontrar su sitio.

P.-¿Y la expectativa de su carrera? ¿Está allí cómodo?

R.-Voy día a día. Es muy complicado mirar más allá. Estoy muy a gusto donde estoy. Lógicamente, como se vive en Málaga no se vive en ningún sitio. Pero bueno, a vivir el día a día, ya está. No hay tiempo para más. Aquí vivimos en Pullman, una ciudad universitaria. Estamos en el mismo estado de Seattle, pero en puntos opuestos, a cinco horas en coche, en la otra punta. Si la universidad no existiera, la ciudad tampoco existiría. Hay 30.000 estudiantes y en la ciudad pues viven 40.000 algo así. Es una ciudad en la que todo está girando en torno la universidad. Hay mucho ambiente de estudiantes, en nuestros partidos, los de fútbol americano...

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