Olek Balcerowski y la sobrerreacción: "Calma, habrá días malos y no hay que hundirlo"

Quizá la noticia más positiva de la exhibición en Lleida fue la versión de Olek Balcerowski, imparable en el Barris Nord y recogiendo esa cosecha tras una primera temporada en el Unicaja de una maduración lenta. Habló Ibon Navarro del proceso del polaco, que siempre le defendió públicamente, víctima del hype y unas expectativas alrededor de su fichaje. Por encima de esos 16 puntos y 24 de valoración en Lleida, los síntomas en su tolerancia al error, algún balón por la espalda que denota una confianza que no ha tenido en Málaga estos meses. Un paso interesante y muy positivo, pero Ibon Navarro pide calma.

“Por un día que juegue mal, a pesar de algunos comentarios, no significa que sea un paquete. Ni por un día que un jugador juegue bien decir que ya está. La estructura de equipo de los rivales te puede ayudar y es verdad que Lleida le podía venir bien. Estuvo cómodo, le salieron bien las primeras acciones. Se notó que disfrutó en el campo. Perfecto. Ni hay que esperar que mañana lo haga igual o mejor, ni esperar todo lo contrario. Hay que dejarlo en ese proceso, que siga trabajando. Le viene bien el partido del otro día que está en el camino correcto, pero no tenemos que pensar que no repetir lo de Lleida es un paso atrás. Esto sigue siendo un proceso. Hay que intentar que se sienta cómodo en el campo, que se sienta arropado, que las cosas fluyan. Tiene muchísimo talento, se atreve a hacer muchas cosas", reflexionaba el entrenador del Unicaja en sala de prensa.

"No es el jugador que todos pensamos que es porque sí. Le hemos visto hacer estas cosas. Las tiene ahí dentro, y ahora hay que intentar acompañarle y ayudarle para que la vaya sacando, no hay que sacárselas a la fuerza. Hay que dejarle que vaya. Los jugadores interiores jóvenes además maduran un poco más tarde que los exteriores. Paciencia y acompañarle en el proceso. Calma, habrá días malos y no hay que enterrarlo. Hay que encontrar el equilibrio. También tiene que ser listo y todos estos mensajes vuestros. Calma, porque si las cosas mañana no le salen bien no lo podemos volver a hundir. Decir que esto fue un espejismo, lo estoy viendo. Ni un día es muy bueno ni otro día es un paquete y por qué lo hemos fichado. Hay que acompañarle en un proceso que no se ha acabado. Está todavía ahí. Es bueno para él que se vea hacer esas cosas tan bien, durante la semana le vamos viendo y dando un feedback muy positivo, de que eso lo tiene que llevar al partido y no tener esa sobretensión. Tranquilidad”, añadía el técnico, con una divertida anécdota de Lleida. “Ha pagado pizzas por cabrearse cuando lo cambiamos. Nadie se queja y va él y se queja el primer día. No está acostumbrado a que lo cambies cuando está haciendo las cosas muy bien… Y pizzas. Que pague. Es normal que quiera verse en el partido a gusto, pero un jugador que juega 12 minutos no puede estar 8 seguidos en el campo porque estamos a la vuelta de la esquina con un play off y no podemos perder a un jugador como él”, explicaba.