Queipo de Llano y un Carpena rendido

Los grandes homenajes son aún más acertados cuando se adelantan al azar del destino. Pudo disfrutar Alfonso Queipo de Llano de un baño de aplausos y respeto de la grada del Carpena, que se puso en pie en el descanso como noble gesto de reverencia a una de las figuras claves para el desarrollo del baloncesto malagueño. El protagonista giraba sobre sí mismo en el centro del parqué, impresionado por el afecto del público.

"Sin él hubiera sido muy difícil que hoy estuviéramos aquí", decía Fede, el speaker cajista, que lo acompañaba para ver un vídeo emotivo en el videomarcador del Carpena. Se sucedían imágenes en blanco y negro que son los cimientos de lo que hoy es el club de Los Guindos. Y comenzó el carrusel de galardones para el que fuera jugador, técnico, directivo y un largo etcétera de nombres que se le quedaban cortos.

El alcalde de Málaga Francisco de la Torre le entregó una jábega de plata; el presidente de la Diputación de Málaga Francisco Salado, una biznaga de plata; Eduardo Portela y el presidente de la ACB Antonio Martín también le premiaron con una placa; mientras el consejero consultivo del Málaga Club de Fútbol Paco Martín Aguilar le hacía entrega de una camiseta del club de Martiricos. José María Martín Urbano y Rafa Pozo le daban una camiseta del Unicaja y era Antonio Jesús López Nieto el que le ponía la máxima distinción cajista, la insignia de oro. Un homenaje merecido y necesario para Alfonso Queipo de Llano.