Unicaja

La quinta maravilla del Unicaja (80-83)

  • El Unicaja redondea su obra maestra tras tumbar a los vigentes campeones de Liga, Copa y BCL para ascender los cielos en Badalona tras un fin de semana inolvidable 

  • Las fotos del partido

Los jugadores del Unicaja levanta el título.

Los jugadores del Unicaja levanta el título. / ACB Photo

El viaje más alucinante que vio la historia del Unicaja acabó como una película de Hollywood. Es la Copa de todos los tiempos, en una secuencia maravillosa tras tumbar al campeón de Liga, al campeón de Copa y al campeón de la BCL de manera ensartada en cuatro días. Afloran las lágrimas, el baloncesto malagueño ha tragado mucho en los últimos años. Y allí levanta la Copa Alberto Díaz Ortiz, boquerón pelirrojo, el irrepetible capitán de este equipo que entra en los anales, junto a Darío Brizuela, en el nombre de Bruno. Un bloque que ha cristalizado en sólo seis meses bajo la batuta mágica de Ibon Navarro. “Ibon tiene un plan”, aclama el sector malagueño del Palau Olímpic. Vaya si lo tenía el vitoriano, que ya se sienta al lado de Imbroda, Maljkovic, Scariolo y Plaza. Es una obra maestra con difícil comparación. El Unicaja ha cristalizado en el momento justo de la temporada para levantar la Copa del Rey de una manera increíble, después de tres lecciones espectaculares de táctica, arrojo y corazón. Un detalle simbólico, el grupo por encima de todo. Nombran al MVP, Tyson Carter, mientras el fino chico de Mississippi está cortando la red para llevársela a casa. Qué segunda parte hizo, memorable, metió 17 puntos en la segunda parte para doblar el brazo rival.

El Unicaja derrotó al Lenovo Tenerife (80-83) en el partido que se esperaba. Cemento armado, juego de memoria en la gran máquina canaria que adiestra Txus Vidorreta. Honor para Marcelinho Huertas y Gio Shermadini, 41 puntos entre los dos, el arte del pick and roll. Pero es más duro el Unicaja, que se había estrellado contra la pared en los últimos duelos contra ellos. Sin Djedovic y Sima, sin dos efectivos con los que aplicar el rodillo con el que ha liquidado partidos habitualmente. Pero hay más, es un fondo de armario profundísimo en la plantilla diseñada este verano por Juanma Rodríguez codo con codo con Ibon. El directivo malagueño ha tenido este verano un acierto ciertamente complicado de explicar, con nueve jugadores nuevos que han encajado de una manera sensacional. Tiene su peso Antonio Jesús López Nieto, el presidente que abrió las ventanas del club y, después de un año durísimo que fue el peor de la historia contemporánea de la entidad, ahora se disfruta la revolución. “Un grupo de seres humanos increíble”, dice Alberto Díaz al final del partido. Todos destacan la calidad humana presente. “Esto es para Málaga, se lo merece”, incide Alberto, ídolo de España, que en 2005 tenía 10 años viendo levantar el anterior título de Copa en Zaragoza.

El Unicaja supo competir en el juego del Tenerife, sin el ritmo fluido. Hay presión, pero nunca le pierde la cara, se levanta a todos los golpes. A un triple de 10 metros de Marcelinho sin cargar el tiro porque se acaba la posesión. A otro sobre la bocina del descanso, al que se llega con ventaja canaria (39-37) después de un 0-7 de parcial malagueño.

Sale bien el Unicaja tras el descanso, se coloca 39-44 el Unicaja, pero recibe un parcial de 14-0. Marcelinho coge las riendas del partido y lo zarandea. 53-44 y el Unicaja está al límite. Kalinoski, qué partido el del extraordinario tirador de Ohio, sostiene al Unicaja en el encuentro. Y aparece Tyson Carter, el tímido y ligero chico americano para poner banderillas en el lomo canario. 60-60 al final del tercer cuarto. El partido se juega en el filo de la navaja. Sigue Carter, Alberto asiste a Kravish, emerge titánico Jonathan Barreiro con un triple, un robo y un rebote tremebundos. El Unicaja ya ha doblado el Cabo de Hornos y enfila la gloria. Se sufre porque es un título y no se ve ganado. Una antideportiva de Shermadini a Osetkowski por agarrarle en un rebote es definitiva. Hay incertidumbre, hay tiros libres, Jaime mete un triple sobre la bocina, pero la victoria es malagueña, un título de valor incalculable que lleva al cielo al Unicaja, a Málaga y Andalucía. Qué fin de semana aquel del 16 al 19 de febrero de 2023 en Badalona. Es el quinto título de la historia del club, la quinta maravilla del Unicaja.

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