Real Madrid-Baxi Manresa: Los blancos marcan territorio (92-69)

Domina con claridad al vertiginoso Manresa, animador de la primera vuelta, con Hezonja de capo

Así fue el partido

Mate en el aro del Madrid.
Mate en el aro del Madrid.

El Baxi Manresa era el equipo de menor presupuesto, con bastante diferencia en esta Copa del Rey. Pero, a su vez, era el equipo con mejor balance de victorias entre los ocho participantes en la primera vuelta de la competición, tras la que se hace el corte copero. 5-2 tenían los pupilos de Diego Ocampo, que tras propulsar al Tizona Burgos desde LEBPlata a pelear por el ascenso a ACB con una propuesta muy atractiva de baloncesto vertiginoso, se reenganchó a la rueda de la mejor liga de Europa. Y, con la sombra del magisterio previo de Pedro Martínez, no ha mermado rendimiento. Pero, en estos contextos, la jerarquía y la experiencia, el poderío económico y la calidad, pesa. Y el admirable equipo catalán no pudo hacerle cosquillas al Real Madrid, máximo favorito antes de empezar la competición por su desarrollo en los últimos meses, con alguna dificultad más en Euroliga, pero con creciente control y dominio de los partidos en la ACB.

De cabo a rabo impuso su ley el Real Madrid, cuya plantilla tiene tanta profundidad que puede descartar a sus dos extracomunitarios, Rathan-Mayes y Dennis Smith, así es el calibre del plantel que adiestra Chus Mateo, al que se critica con frecuencia pero que ganó una Euroliga y jugó la final de otra y el año pasado firmó el doblete Copa-Liga. No hay que menospreciar al equipo blanco en ningún caso. Y si bajan los puntuales agujeros negros que exhiben sus opciones de campeonar aumentan. Apenas hicieron concesiones al Manresa, que de salida puso en escena a Alston junior. Su padre fue un notable pívot que participó en quizá la mayor gesta del baloncesto patrio, la liga del 98, con Luis Casimiro al mando. También jugó en Madrid y Barcelona. El vástago no desmerece, tiró de su equipo, es un cuatro que es un potro salvaje, capaz de hacer muchas cosas distintas en la pista y que la próxima temporada puede hacer algún butrón en un equipo de mayor nivel. Pero el Madrid tiene recursos inagotables para virar situaciones. Y jugadores con mucho pedigrí. Esta vez fue Mario Hezonja quien guió. Acabaría con 24 puntos el croata, ya cercano a la treintena y con mayor madurez mental aunque el cable se le pele de vez en cuando. Pero es un jugador absolutamente dominante en el baloncesto europeo. Con el trío de bases (Llull-Campazzo-Feliz) superando la decena de puntos, con minutos interesantes de Hugo González (coincidió con Saint-Supéry, compañeros de generación y buenos amigos, futuro del baloncesto españoles) y la siempre condicionante figura de Tavares, el Real Madrid se propulsó para ganar con comodidad (92-69) y alcanzar las semifinales. Un equipo diseñado sólo para ganar que redujo a un Manresa que alegró la primera mitad de la Liga, pero que no pudo exigir al máximo a un rival diseñado sólo para ganar.

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