Unicaja

El renacido Tyson Pérez

Tyson Pérez, en un partido con Betis

Tyson Pérez, en un partido con Betis / ACB PHOTO

La precipitada salida de Shannon Evans a Valencia sembró el pánico en Sevilla, se quedaba el Betis huérfano, como un solar, por la dependencia, excesiva, del estadounidense en los esquemas de Casimiro. Golpe duro, que ha llevado a los verdiblancos a una situación límite, de nuevo coqueteando con el descenso. Pero quién iba a pensar, a veces el baloncesto es caprichoso, así como enigmático, que un jugador como Tyson Pérez, cortado en Manresa en enero, y eso que en el Nou Congost no están para desperdiciar, se iba a convertir en buque insignia, jugador franquicia, del próximo rival del Unicaja. Tiene una historia inaudita el ala pívot dominicano, criado en Galicia. De prácticamente no tener sitio en ACB hace nada, a ser de los mejores de la competición en escasos dos meses. Ya demostró en Andorra, a las órdenes de Ibon Navarro, ser alguien especial.

Se rompió el ligamento cruzado en mayo de 2021, siendo ya alguien contrastado en Liga Endesa, bajándose al barro antes en LEB Oro, sin ser federado hasta cadetes, para encontrar su sitio en el Principado. En aquel magnífico equipo bregador y peleón que construyó Ibon, Tyson Pérez era el eje, indispensable, junto con Diagne, el alma de los andorranos, con una carrera en línea ascendente, predestinado a jugar Euroliga por esa versatilidad, sin ser un gran talento, pero con amplios registros. Esa lesión de rodilla hizo que desapareciera del mapa, antes se había fracturado los ligamentos del tobillo. Un drama. También en dinámica de selección en las Ventanas, siempre y cuando el físico le dejara apto. En blanco la temporada pasada, una recuperación que se prolongó en el tiempo, y para colmo, el descenso de Morabanc a los infiernos. Se antojaba muy difícil que volviera a entrar, pese a su juventud aún (27 años), pero tantos antecedentes en la enfermería echan para atrás a cualquiera.

En un verano incierto, recibió esa llamada desde Manresa, siendo cupo, aunque encontró acomodo hasta bien adentrado el mercado, indicio de que no apuestan firmemente por ti. Llega cedido desde Andorra para ponerse a los mandos de Pedro Martínez. Existía ese riesgo de chasco, pese a que en un principio no chirriaba el movimiento, y efectivamente el fichaje no salió bien. Ante tantos cambios en el Bages, el de Santo Domingo fue uno de los sacrificados. Paso sin pena ni gloria, y salida por la puerta de atrás. 16 partidos en total, pero lejos de su nivel, y sin dar muestras de ese jugador de antaño. 5,9 puntos y 4,2 rebotes; y el peligro de que las oportunidades se agotaran. Pero aparecieron las necesidades de un Betis desgraciado, cayendo lesionados como fichas de dominó.

Todo cambió a su llegada a San Pablo. 17,1 puntos; 9,7 rebotes y 20,6 de valoración son sus medias ya en siete partidos, nada de flor de un día, números de MVP de la Liga. Una transformación en apenas días, con el picante de haber firmado por un rival directo. "Me sorprende porque aquí no jugaba así. Oportunidades le dimos muchas. Entonces, o no lo tenía muy claro o quería estar en otro sitio. Nos sabe mal porque nos hubiera gustado que nos ayudase, pero si no lo tenía claro son cosas que pasan", decía recientemente un desconcertado Pedro Martínez. Hizo 16 puntos y 11 rebotes en el Nou Congost en el pasado domingo.

Rendimiento que le ha llevado nuevamente a la selección y recuperando ese estatus que ha perdido en las últimas temporadas. "Su vuelta es una magnífica noticia para el baloncesto", comentaba en la previa del derbi su colega Ibon Navarro, mañana rival, y como parte de la lista de tareas el frenar a Tyson Pérez. Un renacido.

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