Supercopa en Málaga, origen y regreso

Suele decirse en el mundillo que la Supercopa es un título para quien lo gana y el último partido de pretemporada para quien lo pierde. Uno de sus impulsores fue precisamente el ahora presidente del Unicaja, Antonio Jesús López Nieto, en su etapa en el Ayuntamiento de Málaga y en la gestión del Carpena. Fue en 2004, momento de fiebre en la ciudad también cuando se forjaba un equipo histórico, cuando se recuperó la competición y se organizaron dos de las tres primeras ediciones. Lleno, impulso y hasta hoy.

La competición está ahí ya, en cualquier caso, y Málaga ofrece un gran menú este fin de semana. Valencia y Real Madrid tienen una doble jornada de Euroliga la próxima, antes del arranque de la Liga Endesa. Es ya un no parar, sobre todo para los equipos de la máxima competición continental. Sólo hay dos de los cuatro, por cierto, por los méritos de los dominadores de la BCL, Unicaja y Tenerife, en las nacionales.

Tras el regreso de Singapur, el Unicaja ha trabajado miércoles y jueves. Hay a quien el jet lag le está afectando algo más, el staff dio algunas pautas y ayuda para intentar amortiguar el cambio. Después de tres partidos en cuatro días hubo algunas molestias físicas, además de algún virus que se pilló en Singapur que dejó débil a algún jugador y que trastocó alguna rotación. Pero Ibon Navarro ya dispone de los 13 jugadores más Manu Trujillo.

Más allá de las cábalas numéricas sobre la dificultad de ganar en casa, el Unicaja está en un proceso de formación más extenso que en temporadas anteriores y es algo en lo que insisten los resposanbles en público y en privado. Los días en Singapur han sido un desgaste en viajes y pérdidas de entrenamientos, pero a cambio ha habido tiempo para convivir e integrar a los nuevos. Y ganar siempre une. El nivel de las sesiones va subiendo, pero apenas ha habido una decena con todo el equipo al completo. Ibon señalaba diciembre como el mes en el que se verá un equipo más reconocible.

Pero antes llega la Supercopa. El equipo mostró en Singapur, siendo favoritísimo, aplomo para no caer en el pánico en la final ante un equipo anárquico pero con calidad con un 0-12 adverso de salida. Ya hubo un aperitivo en el Carpena en el duelo del Costa del Sol ante el Real Madrid para ver a los nuevos, pero esta Supercopa es un paso más. Xavier Castañeda, Chris Duarte, Emir Sulejmanovic y James Webb ya saben lo que es jugar en el Palacio, aunque cambie cuando no se es local de facto. La expectación ha crecido, en los últimos días se han vendido más de 2.500 abonos y queda poco más del medio millar para intentar pelear por retener el título conquistado el año pasado en Murcia.