Tyler Kalinoski, el MVP más merecido en la Copa Intercontinental

Tyler Kenneth Kalinoski (Cincinnati, Ohio, 1992) recibió en Singapur con la segunda Intercontinental el MVP que pudo ganar perfectamente en Badalona, en el título que abrió este glorioso ciclo. O en Murcia, en la Supercopa. Suele ser un MVP silencioso. Luce cuando mete con ese tiro letal, pero es un lujo para cualquier entrenador. Ya camino de los 33 años, cuando ha encontrado su lugar en el mundo al lado de Maud, su pareja, a la que conoció en Bélgica y gracias a la que tiene ese valioso pasaporte comunitario, parece más complicado que la ambición de dar un salto más. Pero en el vestuario y en el staff cajista se le considera un claro jugador de calibre Euroliga por todo lo que es capaz de hacer en la pista, en los dos lados. Pero para el ego y la vanidad de un deportista profesional siempre viene bien un reconocimiento de este tipo. Y observando cómo lo celebraban los compañeros y cómo se alegraban se comprende bien el impacto y la ascendencia de Kalinoski en este equipo campeón.

Kalinoski ha estado soberbio en esta Copa Intercontinental. Ha promediado 14.3 puntos (cósmico 12/18 en triples, un 66%), 2.7 rebotes, 1.7 asistencias y 1.7 robos para 16.3 de eficiencia acumulada. Aparición en cada partido para dejar su huella, el mejor lo dos primeros días, algo menos atinado en la final, pero indiscutiblemente ha sido el mejor jugador del Unicaja en este torneo en el cómputo de los tres duelos.

No acabó satisfecho con su final de temporada anterior Kalinoski, que ha trabajado duro durante el verano, se le ve más potente en el tren superior sin dejar de cuidar el inferior, los tiradores sostienen que la clave está ahí muchas veces, en las patas más que en la muñeca para aguantar todas las situaciones.

"Esta organización es increíble, siempre tan cercana. Me han ayudado cuando he necesitado ayuda. Los entrenadores, el staff, los jugadores. Siempre he hablado de mi experiencia en la universidad como uno de los grupos más unidos en los que estuve. Creo que este es el más cercano. Me encanta estar aquí. Estoy muy cómodo, muy feliz. No veo que me vaya pronto. Estoy concentrado en hacer lo que pueda para mantener en lo alto al equipo. Me encanta estar aquí. Estoy trabajando en mi español todos los días", asegura el escolta cajista, que se desenvuelve en castellano bastante bien aunque por timidez no lo hace en público aún.

"En la mayoría de mi carrera, para mí, siempre intento hacer lo mejor para el equipo primero. Si alguien me da un tiro abierto, estoy 100% bien. Si consigo crear el espacio para que otro compañero lo tire, igual, 100% bien. Pero no voy a mentir. Hay momentos, cuando estoy muy cansado y empiezo a correr y no toco el balón y hay un ataque malo... (risas). Pero, como dije, después de meter un triple, en mi mente, me siento bien, también cuando generamos el espacio. Me encanta ese sentimiento. No me importa hacer todo el trabajo para ayudar a mis compañeros", apuntaba Kalinoski en una entrevista en Málaga Hoy meses atrás sobre cuál es su filosofía y cómo ayuda al equipo. En Singapur ha tenido el brillo merecido para un jugador de culto.