El último reto de Tyson Carter

El escolta afronta mentalizado el tramo final de la temporada antes de decidir un futuro que apunta a la Euroliga

Perry y Taylor, en el segundo quinteto ideal

Tyson Carter celebra.
Tyson Carter celebra. / ACB Photo / M. Pozo

La Final Four de la Euroliga es el tráiler del mercado veraniego. Es el centro neurálgico donde se reúnen los actores del baloncesto europeo y ahí están los que reparten la baraja y eligen cartas. A partir de ahí se mueve el resto. Ahora llegan los play off, pero ya los equipos que quedan eliminados, y los jugadores, activan el modo verano, también en los despachos. El Unicaja tiene un mes de junio por delante ilusionante. Ocurra lo que ocurra será una temporada grandiosa. De septiembre a mayo se cosecharon cuatro títulos y es un equipo ya legendario, con un ciclo de tres temporadas impresionante. Este verano habrá algunos cambios, se espera que no muchos, en la plantilla. Y hay quienes abordan en estas eliminatorias por el título su última misión con el Unicaja.

Parece el caso de Dylan Osetkowski, más allá de su posible sanción. Y también el de Tyson Carter. El club ya sabe que la intención del jugador es dar un salto en su carrera y regresar a la Euroliga, que ya testó con el Zenit de San Petersburgo antes de la sanción para los rusos que permitió esta aventura malagueña. Desde Israel se informaba del interés del Hapoel Tel Aviv, que conquistó la Eurocup tras vencer a Valencia y Gran Canaria en semifinales y final y se ganó el derecho de competir en la Euroliga a las órdenes de Itoudis. Sports Rabbi apuntaba ese interés del cuadro telaviví, con un potente propietario detrás que intenta perpetuarse en la competición, no sólo aparecer una campaña.

No es una situación nueva. Ya el verano pasado el Unicaja conocía el propósito del jugador a través de sus agentes en regresar a la Euroliga. Hubo alguna opción, una de ellas con el Zalgiris que estuvo cerca de cristalizar. Pero no se dio y se quedó en Málaga. El club le mejoró su contrato como gesto por dos temporadas, aunque con una asequible cláusula de salida en este junio de 2025.

Con 27 años, Carter se va acercando a su madurez. En su etapa en Málaga ha mejorado su cuerpo, ha ganado varios kilos y un tren superior que le permite absorber contactos con menos perjuicios. Defensivamente ya no es un boquete, contiene mejor el 1x1 y ha crecido leyendo líneas de pase y robando balones (más de uno por partido en esta temporada, doblando lo de su primer año en Málaga). Y en ataque a su hipnótico talento ha ido añadiendo registros, mejores lecturas y un progreso en una capacidad de pase que no era precisamente baja.

“Este es un grupo especial”, dicen quienes llevan muchos años en el club. Se irá y vendrá gente, es ley de vida, pero existe el compromiso de encender una última traca con la Liga ACB. Están mentalizados los jugadores, tienen esa espina del UCAM, y el hecho de medirse al Barcelona tiene activadas las alarmas desde el principio, ya pensando en el próximo martes. Es muy probable que sea el último servicio de Tyson Carter al Unicaja, donde dejaría una huella como uno de los mejores jugadores exteriores que pasó por Málaga. Pero antes, un reto conjunto con sus colegas, el play off de la Liga Endesa. Lo que falta para la escalera de color.

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