Unicaja campeón, dos años de círculo virtuoso
El club completa dos años mágicos que arrancaron en Badalona y que perpetúan un estilo ganador
La constancia en la victoria de este grupo de jugadores rompe esquemas

Desde 2007 a 2022, el Unicaja ganó cinco partidos en fases finales de la Copa del Rey. Valieron las finales en Madrid’09 y Málaga’20 y las semifinales de Las Palmas’15. Se trufaron eliminaciones en primera ronda y ausencias repetidas entre los ocho mejores de la competición, hábitat natural del club malagueño. Desde 2023 a 2025 se han ganado seis partidos en la competición, con dos títulos para las vitrinas de Los Guindos. Quizá sea la mejor metáfora para explicar cómo ha cambiado el curso de la historia de un club que entonces, en 2007, fue tercero en una Final Four de la Euroliga, tuvo un descenso casi a la mitad de la inversión y vagó con escasos destellos. Se ha quitado esa losa y los complejos y es un grupo de ganadores, de killers, que tienen una mentalidad pétrea y un objetivo común:ganar. Lo suficiente para arrebatarle dos finales a un Real Madrid en una temporada, quién sabe si habrá una tercera. Porque este equipo ha ganado la Copa del Rey, pero lo que le motiva y en lo que piensa es en conquistar la Liga ACB, la última frontera de un equipo inolvidable.
De aquel título de Badalona continúan 10 jugadores en la entidad. La refundación deportiva del verano de 2022 es el punto de inflexión. La apuesta por Ibon Navarro después de acabar la temporada con seis derrotas seguidas, tras haber salvado una situación delicada que hizo deambular el fantasma de la LEB en algún momento, no era sencilla. Pero convenció a Juanma Rodríguez, trabajando día a día, de que era su hombre. Continuaron sólo Alberto Díaz, Jonathan Barreiro y Darío Brizuela, que se fue al mercado siguiente, en 2023. Llegaron Kendrick Perry, Tyson Carter, Tyler Kalinoski, Nihad Djedovic, Melvin Ejim, Dylan Osetkowski y David Kravish, además de Will Thomas, ya retirado, y Augusto Lima, ahora en La Coruña. También aterrizó en diciembre, tras la lesión del brasileño, desde Venecia, donde no estaba teniendo protagonismo, Yankuba Sima. Son las bases fundacionales de este círculo virtuoso del Unicaja que cumple ya dos años y que no parece tener fin, con cinco títulos en este periodo, de Copa a Copa. Y este es el pico mediático anual de los clubes de la ACB, el torneo del KO, el fin de semana por excelencia del baloncesto, que trasciende socialmente el, a veces, demasiado estrecho mundo de la canasta.
Es difícil explicar una causa concreta por lo que esto ha funcionado de tal manera, pero es un ciclo brillantísimo, sólo comparable al de 2005/07, que tenía el plus de competir en Euroliga y un grupo de jugadores de una jerarquía a nivel continental que este aún no alcanza... por el momento. Aúna chicos con un carisma brutal, también con calidad extraordinaria, con el ingrediente local mínimo de identificación. Pero es la fuerza del grupo, la fórmula química que Ibon tenía en la cabeza sin que aún le hubieran presentado los elementos óptimos para desarrollarla. Y ahora sí, marca tendencia con el excel, la profundidad de plantilla, la optimización de esfuerzos y la reducción de lesiones. Un contexto apropiado, una conjunción de personas y lugares que rara vez se produce. Una inversión creciente, al calor de los buenos resultados, y una generación de recursos propios que permite disfrutar de un colosal grupo que sólo conjuga el verbo ganar. Dos años de gloria, de Badalona a Las Palmas. Es anormal, hasta ilógico, ganar tanto. Pero, ¿quién se atreve a ponerle los límites a este proyecto?
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