Unicaja y la fusión Euroliga-BCL: "Tendrá que venir el Dios NBA..."
"Lo actual es malo para el baloncesto, con tantos partidos, la gente no se entera si es mejor una competición u otra, hay que buscar la racionalidad", reflexiona López Nieto
NBA-Málaga-Europa, un triángulo sugerente

La visión del Unicaja ante la aparición próxima de la NBA en el baloncesto europeo. Ocupa un lugar estratégico el club malagueño, con autoridad dentro de la FIBA, la que dará el consentimiento a la liga norteamericana. En esa partida, con mucha tela que cortar, aguarda acontecimientos el Unicaja. "No sé dónde nos deja, nos deja donde estamos. Y cuando pase lo que tenga que ocurrir, estaremos donde mejor tengamos que estar. Lo que está claro que Euroliga es una carrera hacia adelante. No veo ninguna lógica, desde fuera, que la solución sea ampliar cuatro jornadas más, no sé dónde van a jugar; con unos resultados económicos insostenibles, y además el tema de los dueños, lo que tiene que sufrir un equipo no dueño para que te inviten, que tiene que partir de los dueños, pues tienes que pagar un millón de euros para entrar. No tiene ninguna participación en los derechos televisivos, en los de marketing, hay que conformarse solo con el ticketing. Sube la exigencia de los viajes, tu nivel de plantilla, por convenio tienes que ir a habitaciones de cinco hoteles individuales, tienes que tener un avión. Mi pregunta es quién puede sostener en España la Euroliga. Madrid y Barcelona, y este año van justos, otros no llegan. Valencia no va a hacer la temporada que está haciendo en Euroliga porque la ACB es muy fuerte", explicaba Antonio Jesús López Nieto en Radio Marca Málaga, escéptico a ese modelo Euroliga.
"No tanta Euroliga, no tanta NBA, no tantas competiciones europeas, que tenemos una ACB magnífica. A partir de ahí, racionalidad. Tener una competición europea, como dice la NBA, y estoy de acuerdo, en nuestros parámetros, de meritocracia, que la gente vea que la competición la juegue el que mejor juegue, con unos parámetros lógicos en lo físico. No puedes tener a la gente martes-jueves, miércoles-viernes con partido porque la gente no va, ni la Euroliga ni nada, no hay espacio y tiempo. Puedes comer en la calle tres o cuatro días seguidos, pero al quinto ya te apetece volver a casa. Hay demasiados partidos. Y luego que la gente me dice de jugar a Euroliga, podemos tener la intención, pero luego te tienen que invitar”, insistía el presidente, consciente de ese debate subyacente en los alrededores del club, más una cuestión romántica. “La Euroliga ha sido idealizada en Málaga por un sector, como esa bandera que el club tenía que llevar, pese a estar el 14 o el 13 en ACB. Yo digo que ahora mismo, Euroliga es Euroliga evidentemente, que entre Eurocup y BCL, que me diga por qué es mejor la Eurocup, tienen al Valencia y luego… La BCL quiere tener el abanico total de los países de Europa, no como la Euroliga que son cuatro países. Los 16 de la BCL y los 16 de la Eurocup, sinceramente hay más nivel en BCL. Es mejor competición. Pero también la gente es libre de decir lo que quiera. Deportivamente es mejor porque tiene mejor fórmula deportiva, la más interesante. En Eurocup juegan una liga de diez durante varios meses para quedar entre los ocho primeros, y luego a un partido las eliminatorias. No tiene ningún interés”.
Al presidente del Unicaja se le cuestionaba por esa fusión BCL-Eurocup que ha perdido fuerza en los últimos tiempos. “Cada vez soy más reacio a pensar que eso va a ocurrir. Creo que tendrá que venir el gran Dios a poner orden: la NBA. Los egos son muy grandes. Lo actual es malo para el baloncesto, con tantos partidos, la gente no se entera si es mejor una competición u otra, la comparación continua de preguntarse qué habría pasado si un equipo juega o deja de jugar tres partidos de Euroliga. A un equipo no le pones la pistola para jugar Euroliga. Con los medios que tengo y las fuerzas que tengo, intentar optimizar lo que tengo. Si tú quieres jugar al baloncesto por la mañana, tarde y noche, no te quejes”, reflexionaba el presidente del Unicaja, con esa línea automática y precisa en su discurso, cada vez con más adeptos en Europa.
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