Unicaja-Joventut: Ahora sí, la verdad (78-83)

No es sencillo jugar un partido intrascendente cuando cuatro días más tarde arranca el play off. El duelo ante el Joventut, otro equipo en postemporada pero que en su caso sí competía por amarrar la sexta plaza aunque no empleara precaución a su jugador más determinante, Ante Tomic, se convirtió en el último ensayo antes de la traca final de una temporada inolvidable, ocurra lo que ocurra, la más prolífica de la historia de la entidad. Pero este equipo legendario aún tiene un reto definitivo. Después de seis victorias seguidas, título incluido, una derrota (78-83) que no viene mal para poner las orejas tiesas a todos. Fue mejor en la segunda parte el Joventut, con más destreza para anotar y para manejar el ritmo. Las sensaciones cajistas distaron de las de los últimos partidos. El martes debe ser otra historia ante el Barcelona, ya con fuego real sobre el parqué.

El encuentro empezó bajo de energía por parte malagueña, con la concentración lejos de su tope, como indicaban las pérdidas y los bajos porcentajes. Costaba encontrar continuidad en buenas acciones y entre ataque y defensa. Por suerte para el equipo malagueño tampoco el Joventut estaba pletórico. Con alguna baja y jóvenes que tiene el riesgo de perder la próxima temporada por el tsunami NCAA, el Joventut vuelve a estar en las grandes citas. Ya figuró en la Copa, donde fue la primera víctima cajista, y vuelve a hacerlo en el play off. Su técnico, Dani Miret, campeón del mundo sub 19 con España, está considerado uno de los técnicos de mayor proyección del país. La mezcla veteranos-jóvenes ha ido resultando conforme pasaba la temporada. Empezaba mandando (0-6) con buenas circulaciones, pero el Unicaja reestablecía el equilibrio (11-13 tras el primer cuarto).

Los cánones de acierto y de calidad se elevaron en el segundo cuarto. Tanto Ibon como Miret pedían a sus jugadores intensidad. La rotación malagueña era escrupulosa con el tiempo. Con el descarte de los Tyson, Ejim tenía minutos como tres. El canadiense aportaba intensidad pero también aceleración que volvía algo loco al equipo.

Poco a poco fue cogiendo las riendas del partido el Unicaja. En el eterno fondo de armario siempre hay qué ponerse. Balcerowski colocaban un tapón tremendo a Pustovyi que encendía al Carpena. Se acumulaban, ahora sí, buenas secuencias en las dos canastas. Grandes minutos de un Djedovic al que parece que la temporada no se le hace larga tras pasar una lesión de medio plazo. Al descanso, 37-33.

Con Alberto Díaz a la cabeza, añadiendo números a su proverbial capacidad de impactar en los partidos sin necesidad de ellos, el Unicaja comenzó a gobernar el ritmo del encuentroe. Parecía tener un punto más el cuadro malagueño que el Joventut, que no le perdía la cara al encuentro. Estiraba al 51-42 el bloque de Ibon, con algunos momentos de alegría y canastas fáciles en transición o contraataque. Pero un triple de Dotson casi sobre la bocina del tercer cuarto dejaba el partido abierto (59-54).

Una antideportiva de Osetkowski a Kraag y dos triples del joven Jordi Rodríguez, fino tirador de calibre selección española que ha estado cedido en Primera FEB en el Tizona y que regresa para los play off, dieron la vuelta al partido (62-64). La energía era ahora diferente. Y un triple de Guillem Vives (65-71) llevaba a Ibon Navarro a pedir un tiempo muerto a falta de seis minutos. No frenaba la sangría y el partido parecía escaparse (69-79) con el Joventut anotando con cierta facilidad. Tuvo un último arrebato el Unicaja para acercarse en el marcador con un dos más uno de Kalinoski (78-80) a falta de 29 de segundos, pero no falló Dotson con los tiros libres y los triples del propio Kalinoski y Perry no recortaron. Entre las protestas para los colegiados acabó el partido que pone fin a una temporada regular (23-11 de balance) no tan brillante como la anterior, pero de alto nivel que permite acceder al play off en el cuarto lugar. El cuadro es diabólico, pero este equipo está preparado para pelear por todo.

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