Unicaja-Joventut: Ibon Marley and The Wailers (105-83)

Alberto Díaz, Chase Audige, Duarte, Perry, Kalinoski, Barreiro, Tillie... Victoria coral e importante para despedir 2025 con las sensaciones de antaño pese al cambio de músicos

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Alberto Díaz y sus compañeros celebran el triunfo ante el Joventut.
Alberto Díaz y sus compañeros celebran el triunfo ante el Joventut. / Javier Albiñana

Triunfo de gran valor del Unicaja ante el Joventut (105-83), que dio guerra tres cuartos pero no pudo ante el festival de triples de los malagueños. Los de Ibon Navarro, tras sus derrotas ante Baskonia y Real Madrid, precisaban de un estímulo así para despedir 2025. Otro año de buena cosecha. Se pareció mucho más al equipo de los últimos tiempos, ese cuyo recuerdo juega en contra de este Unicaja que es otra cosa pero que tiene días de inspiración.

El despegue puede que lo firmasen Alberto Díaz y Barreiro especialmente por sus triples. Y aunque sí, fue una victoria coral y de valor extra con vistas a la Copa del Rey, también sirvió para ver buenas versiones de los caribeños Chris Duarte y Chase Audige, siendo especialmente reconocido por la afición este último, de los nuevos de la clase. Hizo muchas cosas bien además de anotar el jugador de origen jamaicano, con más flow que el batería de The Wailers.

Superado el medio chasco de Madrid, el Unicaja regresó a su realidad contra un adversario de su liga. El primer cuarto en el Carpena fue de lo más disfrutable. Con un intercambio de golpes variado. Arrancó con Alberto labrando una cierta ventaja respondida por un 0-8 de la Penya (8-12). Luego, Tomic empezó a hacer lo suyo mientras los malagueños se agarraban a Sule y Perry. 21-21.

Era importante para el Unicaja que Perry recuperase la sonrisa de jugón. No hay termómetro mejor. Tenía ganas de cocinar y también Alberto, que dirigieron bien la orquesta para ir ganando pequeñas batallas y ventajas. Se sujetó, sin embargo el Joventut con triples de Kraag y Hunt cada vez que los malagueños iban cogiendo 6-7 puntos de renta.

Duarte aprovechó el bonus para compensar unos instantes de baja producción en juego (45-40). Lo mismo que hizo Hakanson, con picardía para sacar la segunda de Balcerowski fuera de sitio (45-42). En el último minuto ninguno de los dos conjuntos fue capaz de anotar.

Comenzó más errático el segundo tiempo pese a que un triple de Kalinoski parecía anunciar más de lo mismo hasta que se calentó Audige, que puso la máxima en el marcador (53-44) y obligó a los de Badalona a pedir tiempo. La Penya recuperó algo de terreno facturando por dentro a lomos de Tomic, pero el inspirado jugador jamaicano marcó diferencias defendiendo, anotando y asistiendo, poniendo en las manos de Alberto el balón para el 66-55 tras triple del capitán. Hubo ovación del Carpena cuando lo sentó Ibon a falta de dos minutos y medio con 68-55.

Aprovechó Hakanson, sin la lapa encima, para reducir nuevamente con cinco puntos seguidos (68-60’). Los catalanes escaparon con vida, con un triple sobre la bocina de Vives que neutralizaba el de Tillie. 71-65 y todo abierto para los diez minutos finales.

La determinación con la que el Joventut entró al ritmo de Hunt en el último periodo la compensó Díaz con dos inyecciones de tres (79-69). “Alberto, Alberto”, coreó el Carpena. Después, otras dos de Barreiro, que hasta entonces no había anotado. 89-73, un +16 que olía a victoria.

Se había acabado la resistencia verdinegra. Triple de Tillie y mate en alley opp de Perry por cortesía de Kalinoski (96-76). Y todos los tiros de perímetro negados ante el Madrid entraron en el Carpena. Barreiro otra vez (99-79). 18 de 30, 60%, una bestialidad. Tan sobrado estaba ya el equipo que invitaron a la fiesta a Rubit, que encima añadió un triple más (105-81). Hunt cerró la cuenta y anotó los últimos puntos de 2025 en Málaga. 105-83.

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