El Unicaja se lanza a por la dinastía

El equipo malagueño intentará revalidar el título de Belgrado, algo que solo hizo el San Pablo Burgos (2020 y 2021) en una BCL todavía por cuajar; la tercera Final Four consolida además la posición estratégica

La bendita rutina

El equipo celebra el pase a la Final Four.
El equipo celebra el pase a la Final Four. / BCL

El Unicaja jugará su tercera Final Four de BCL seguida, consolidándose como uno de los peces gordos de una competición en auge, pero donde el equipo malagueño ha dominado con puño de hierro. En una sede por definir, Atenas o París, el conjunto cajista buscará del 9 al 11 de mayo su segunda BCL seguida, el cuarto título de la temporada y prolongando este ciclo glorioso, irrepetible, que engrandece una de las etapas más memorables de la entidad. El tiempo ha dado la razón a López Nieto con aquella decisión estratégica, en 2021, de abandonar la esfera de la Euroliga, lo que se interpretó como un paso atrás y una pérdida de ambición de la entidad. En ese momento, era el nivel deportivo que tenía el club, el de la BCL, después de varias temporadas errantes.

Pero en su cuarta participación en la competición, el Unicaja ha crecido y se ha elevado por encima de ella, así lo refrendan tres títulos y un escalafón que convierten al grupo de Ibon Navarro en el rival a batir, tanto en BCL como en ACB. El reto ahora es retener esa ambición y hambre para convertirlo en una dinastía y enlazar títulos. El Unicaja forma parte del Consejo de Clubes de BCL, al que se adhirió en 2023. Voz, voto y peso en el universo FIBA, justo cuando se están produciendo movimientos tectónicos en el baloncesto europeo, y mundial con esa entrada inminente de la NBA. En esa competición, habrá un derecho deportivo vía BCL y el Unicaja podría optar. El volver a comparecer en la Final Four refuerza más si cabe esa posición aristocrática de la entidad, que cumple así uno de los grandes objetivos del curso. Una BCL que poco a poco va sumando la consideración y respeto dentro entre los clubes y llegando a un entendimiento con el gran público, cada vez menos escéptico. Solo el San Pablo Burgos pudo revalidar el título (2020 y 2021), aunque no tiene nada que ver esa BCL con la actual.

El equipo malagueño pasó y disfrutó de ese proceso hasta optar esa dinastía. Se inició la redención en la Final Four de 2023 con el Bonn, cuyo núcleo actualmente es el París, revelación de la Euroliga, al play off tras batir al Real Madrid (73-81) en el play in, y Tuomas Iisalo, arquitecto de aquel equipo campeón, entrenador jefe de los Memphis Grizzlies. El tiempo permite mirar los hechos con perspectiva y el nivel tremendo del equipo alemán, con los transatlánticos de la Euroliga rifándose a TJ Shorts. Una decepción, pero también un aprendizaje necesario para lo que vino después, avivar el hambre para la temporada siguiente. Algo quedó dentro de los jugadores con aquel triple fallido de Kendrick Perry, también en la cabeza del base de Florida.

Porque Perry personaliza el título de Belgrado, el MVP de ese fin de semana en el Belgrado Arena. Su baloncesto entró en otra dimensión y con él un título de BCL muy importante para el Unicaja, por esa decisión mencionada anteriormente. UCAM Murcia y Lenovo Tenerife, especialmente sufrida la semifinal con los universitarios; esta vez el equipo se agigantó y sí supo canalizar ese favoritismo. Por el camino, las 18 victorias seguidas en BCL, récord de la competición, desde diciembre de 2023 a la derrota con el Galatasaray el 6 de marzo en el Round of 16.

Aparcada la BCL hasta esa segunda semana de mayo. Hay un calendario exigente en ACB, partidos de mucho nivel para retomar la solidez y optimizar recursos para esa fase caliente de la temporada. Han venido más derrotas de lo que acostumbraba este equipo, pero Ibon sigue existiendo en llegar bien cuando toca.

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