Unicaja-Mersin: El rey de la BCL encuentra estímulos (97-66)

El rey de la Basketball Champions League encuentra estímulos para iniciar la edición 2025/26 arrasando al Mersin (97-66), que contuvo algo la avalancha en los últimos 15 minutos. Era el teórico rival más fuerte del grupo, por plantilla y nombres. Pero en esta primera fase es bastante complicado que el Unicaja pierda un encuentro si no es por un bajón de tensión y concentración propio. El nivel es el que es, no se puede engañar. El propio y el ajeno. Como ese videojuego que ya se ha acabado más de una vez, puede resultar algo aburrido o dar pereza esta superioridad. Y es inevitable fantasear con cómo podría competir en el siguiente escalón cada semana, pero se queda en eso. También está en el espíritu de este equipo respetar la competición y al propio juego. Ver cómo Kalinoski, bicampeón del torneo, se lanza al suelo como un gato para rebañar un balón dividido en los primeros minutos seguramente marque el nivel de esfuerzo para el resto, sobre todo para los nuevos en esta cultura exitosa de club que se intenta prolongar con los matices en el juego que ya avisó Ibon Navarro que se van adheriendo. Webb lo hacía en el último cuarto, con el partido ya decidido.

En ese crecimiento como equipo este tipo de partido con tamaña diferencia ofrece ventanas para la consolidación de conceptos, para afianzar el conocimiento de ciertos parejas y para el aumento de confianza de jugadores que la necesitan. La diferencia en el marcador fue creciendo exponencialmente sin que las rotaciones menguaran el ritmo. 11 puntos al final del primer cuarto, 20 al descanso, por encima de los 30 mediado el tercer cuarto... Realmente no hubo partido aunque hubo sí cierta desconexión desde mediado el tercer cuarto. El Mersin tiene jugadores que en ciertos momentos pisaron la ACBy la Euroliga, pero a día de hoy no tiene armas para competir con el Unicaja, más en Málaga.

Así que, decantado el resultado pronto, hubo tiempo para fijarse en detalles concretos. Castañeda convirtió en un triple el primer balón que tocó. Tiene el baloncesto y cuanto más meta más ventanas se le irán abriendo porque es un pasador bastante por encima de la media, por lectura y ejecución. Si le añade el tremendo tino de este miércoles, escalará. Webb está pasando por un momento en el que no mete nada y ello le hace actuar peor en lo que es bueno. Balcerowski va dejando detalles de su progresión también con el pase, sin tanto protagonismo anotador esta vez, pero sí engrasando el ataque desde el poste alto y en estático, segmentos en los que tiene margen. Kravish y Kalinoski siempre están, como Perry, líder. A Tillie le falta algo de chispa, que prenderá en cualquier momento. Y así, el resto del equipo, que tiene en esta primera fase de la BCL un banco de pruebas para adquirir más rutinas e ir conociéndose más y mejor antes de que a partir de enero se empine previsiblemente más el nivel de dificultad. Mientras tanto, reparto de minutos, gestión de cargas, evitar lesiones y los mínimos de intensidad y acierto necesarios para ensartar victorias como la que llegó ante el Mersin turco, incapaz de abordar el caudal de baloncesto del vigente bicampeón de la competición.

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