Unicaja-Valencia Básket: Una victoria monumental (94-86)

El Unicaja consigue un triunfo tras un partido fabuloso de los dos equipos ante el Valencia que le permite acabar la primera vuelta como líder

Las fotos del partido

Osetkowski celebra una canasta.
Osetkowski celebra una canasta. / Carlos Guerrero

Monumental partido de baloncesto, que corroboró las tremendas expectativas previas, entre los dos mejores equipos de la primera vuelta de la ACB en el Carpena. La acaba como imperial líder un Unicaja que escenificó un magnífico ejercicio de supervivencia ante la tremenda máquina de jugar que en unos meses ha construido Pedro Martínez con el Valencia Básket (94-86). Fue detrás en el marcador durante 35 minutos, resistió envites en los que los taronjas estuvieron a poco de quebrar el partido, en los 10 puntos de renta, con algún momento de absoluta locura del diablo Jean Montero. Pero la mentalidad pétrea, quizá esa dos temporadas de ventaja en la construcción de proyecto que permite actuar a veces de memoria, dejó la victoria en Málaga en un duelo que seguramente, sería bueno por el baloncesto, se repita varias veces más en la temporada por cotas superiores. El equipo cajista tiene como premio jugar el jueves en la Copa del Rey para tener un hipotético día más de descanso si se gana, pequeño detalle que se tiene con el campeón de invierno, algo que consigue por segunda vez el Unicaja en su historia. Lo hizo también en 2014/15, justo en la víspera de jugar también en Gran Canaria, como sucederá el mes que viene.

Fue una apasionante batalla física y táctica, en la que el Unicaja perdió por el camino a Melvin Ejim, soldado universal, en una posición en la que ya el equipo estaba mermado con las bajas de Barreiro y Djedovic y en la que el Valencia tiene jugadores potentes y diferenciales. Ibon tuvo que buscar soluciones, incluso con el triple poste (Tillie-Osetkowski-Balcerowski), después bajando el quinteto a pesar de la inferioridad física. El equipo malagueño produjo de manera continuada en saques de fondo, también con los pases de touchdown de Osetkowski tras pérdida o canasta, con puntos esenciales cuando no existía la fluidez para meter en estático y los triples no entraban. Ahí se supo agarrar, también con el rebote, que el técnico vitoriano había señalado como segmento capital en la víspera, “la madre de todos los partidos”. 48-39 venció en la batalla de los tableros el Unicaja, con la espectacular cifra de 22 de ataque. Bajó también a números mínimos (ocho) las pérdidas que tuvo el Unicaja, un número realmente bajo, casi fisiológico, al vertiginoso ritmo que tienen los dos equipos (15 Valencia). En fin, detalles y matices en un altísimo nivel de baloncesto, digno de Euroliga, en la que no necesitan competir ambos para desplegar este nivel.

En esos 40 minutos, más de dos horas de tiempo real, cupieron muchas sensaciones. El Valencia impuso su estilo, similar pero distino al del Unicaja. Castigaba cada error o duda local de manera muy precisa. La profundidad taronja también es enorme y permite que esa diferencia que suele marcar el equipo de Ibon se atenúe. Los dos más uno bordeaban el aro pero no caían, algún balón suelto o dividido se iba para el otro lado, aparecía Ojeleye para meter dos triples dañinos antes del descanso y ahí eran ocho los puntos de desvantaja (38-46).En los momentos de dificultad había aparecido Tyson Carter, también Osetkowski, los dos jugadores quizá con más talento puro de la plantilla.

La segunda parte elevó aún más el diapasón de baloncesto. El Unicaja se había colocado rápidamente en distancia de partido, un triple de Perry le daba la primera ventaja avanzado el partido (52-51). Aparecía el dominicano Jean Montero, con un clínic de baloncesto en el que por momentos levitó por el Carpena siendo indefendible. En el descanso se había conocido la baja de Ejim y que ya no volvería. El Unicaja parecía noqueado en algún momento, pero regresaba. Un golpe duro, de tener bola para empatar en la penúltima jugada del tercer cuarto, la respuesta de Montero era un triple con el que se ponía a bailar para dejar en seis la renta (63-69).

La descarga final fue maravillosa, en un último cuarto a pulmón, con los equipos peleando de forma descarnada. Un par de ventajas tras dos más uno y triple de Kalinoski eran enjugadas por el Valencia. Cada salida de tiempo muerto de los dos equipos era demoledora, síntoma de cómo se nota la mano de los entrenadores. Y en ese Ok Corral definitivo, triples de Perry y Osetkowski, también de Kalinoski, defensas al límite, con Tyson Pérez tocando cada balón, con Sima erigido en pívot de nivel, con un Alberto extraordinario en todo lo que no era anotación. Ahí apareció, con polvo en la ropa y carbonilla en la cara un Unicaja tremendo para conseguir una gran victoria y acabar la primera vuelta como líder.

Estadísticas

stats