Unicaja-Valencia: Falta tiempo para seguir haciendo historia (87-93)
El Unicaja compite bien ante el Valencia Básket y domina durante tramos del partido, pero no le llega ante el poderío taronja y algunos errores propios para jugar otra final
Las fotos del partido
El Unicaja compitió y exigió al máximo al Valencia Básket, hasta el último minuto, pero se quedó algo corto para llegar a la final de la Supercopa. Un rival objetivamente superior que lo hizo bien, errores reiterados en los tiros libres, malas lecturas en los ataques del último cuarto y falta de tino, detalles que deciden en partidos de máxima igualdad y ante contrarios de altísimo nivel como es el equipo que alimenta Juan Roig. Fue una buena versión del Unicaja, pero queda para llegar a la excelencia que ha caracterizado a este ciclo. Nada que no se supiera, se han cambiado piezas esenciales y se necesita tiempo para ajustar. Queda ese regusto de seguir sin ver un título en Málaga, pero la vida no es perfecta y las alegrías recientes han sido múltiples. En cualquier caso, sigue habiendo un equipo muy competitivo, que no es poco como base para desarrollar la idea y la obligada vuelta de tuerca al proyecto.
El Unicaja comenzó mandando, adaptándose al ritmo vertiginoso que propone el equipo taronja como sello innegociable. Buenas transiciones y contragolpes y situaciones de tiro generando la superioridad o en estático. Los dos equipos estaban por encima del 60% en tiros de dos, pero por debajo del 30% en triples, la falta de acierto exterior permitía correr al respectivo rival. Lo gestionaba mejor el Unicaja en los primeros compases, con 18 puntos en los primeros cinco minutos y con una ventaja que llegó a ser de 31-20 al comienzo del segundo cuarto. Perry y Alberto Díaz habían llevado la batuta en las primeras rotaciones bien. Pedro Martínez, como Ibon, también reparte los minutos con esfuerzos intensos sin extenderlos demasiado.
Había buenos de Kravish, metiendo y engrasando el ataque, más tarde tomaba el relevo Chris Duarte, que fallaba los primeros cuatro tiros pero después metía los cuatro siguientes. Es un jugador especial el dominicano, falta cuadrar su encaje y adaptación para que sea un jugador atómico a nivel ACB. Sulejmanovic dejaba alguna duda de si puede competir a este máximo nivel, aunque lo compensa derrochando energía y rebote, y Castañeda sigue sin acertar en el tiro exterior y algo perdido, pero sigue mostrando una capacidad de pase para encontrar al hombre libre y para leer ventajas y cortes excelente. También Balcerowski se animaba con el bote y los reversos de fuera a dentro, algo que el año pasado no prodigaba y que ahora sí acomete, produciendo. Al descanso, la igualdad era máxima (44-43) tras una canasta de Omari Moore, jugador que no anduvo nada lejos de vestir la camiseta del Unicaja este verano.
El Valencia Básket subió el diapasón en la segunda parte, alineando quintetos muy físicos, con algún momento de esplendor de Sako. Tras un mate suyo, tiempo muerto de Ibon Navarro para recomponer. El nivel ya había subido, no era un partido de pretemporada, sino un torneo oficial. Estiraba Valencia (60-64), con buenos minutos de Taylor, pero volvía el Unicaja con Alberto Díaz elevando la defensa y otro par de buenos pases de Castañeda. Un triple de Iroegbu sobre la bocina del tercer cuarto, en carrera y desde nueve metros, hacía daño (71-73), como el arranque del último cuarto, con varias pérdidas castigadas (71-77). Era un momento crítico del partido. Volvía el Unicaja, pero Tillie fallaba tres triples abiertos. Está para eso, no puede errar tantas veces en un momento así con tanta igualdad. Dos triples seguidos de Moore e Iroegbu (76-83) lo ponían muy complidado, con De. Ahí en esa frontera entre los cinco y los siete puntos siguió estirándose el partido, pero se concatenaron varias malas ejecuciones y no le dio al Unicaja para revertirlo y llegar a la final. De Larrea, ya con galones y dominante (17puntos), sentenció tras recital arbitral en el adiós de García González. Anduvo cerca del nivel del vigente subcampeón de Liga y flamante equipo de Euroliga, pero le falta baloncesto y conjunción en estos albores de la temporada para seguir haciendo historia.
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