Utsunomiya Brex-Unicaja: Kalinoski guía a la final de la Intercontinental (68-97)
Exhibición del tirador de Ohio para doblar la resistencia del animoso Utsunomiya en el tercer cuarto y este domingo habrá otro encuentro para ganar un título
Las fotos del partido
Pieza esencial en este ciclo glorioso, a veces sólo reconocido por su letal tiro aunque sea un fabuloso jugador de balonceso integral, Tyler Kenneth Kalinoski sacó a pasear su fusil para reventar el segundo partido del Unicaja en la Copa Intercontinental ante el animoso Utsunomiya Brex. Ante un rival mejor, mucho mejor nivel malagueño. Parece Kalinoski algo más definido y fuerte en el tren inferior, ha trabajado este verano, pero la sensibilidad en la muñeca la mantiene. Entró en trance, dentro de un nivel ya estelar desde el jueves, en el tercer cuarto para pulverizar con una secuencia de triples en la que parecía imposible que fallara a un rival que, cuesta decirlo con el marcador (68-97), para nada es mal equipo. Pero el motor del Unicaja tiene ya construida una alta cilindrada que hay que mejorar para ser competitivos en la élite. Pero la base está y le permitirá competir este domingo (13:00 horas) por su segunda Copa Intercontinental.
Con el algo sorprendente descarte de Chris Duarte, el Unicaja salió con una mentalidad y disposición distintas a jugar el segundo partido de la Copa Intercontinental. Una victoria aseguraba el pase a la final y el equipo rival, el Utsunomiya Brex, los Pacers de Japón, pusieron el listón mucho más alto que el campeón africano. El baloncesto japonés va creciendo, con una liga más potente y con resultados a nivel de selecciones.Y colocaron un nivel de dificultad más elevado, dentro de un contexto en el que el Unicaja depende normalmente de sí mismo para resolver problemas. También ayudaba un ambiente que no era la Sala Pionir pero que ayudaba a meterse faena con un aspecto de las gradas más decente, algo más de ruido y fervor.
Por si había algún motivo más para no confiarse, el MVP de la Champios asiática y de la Liga de Japón, DJ Newbill, comenzó con un festival de anotación, con 12 puntos en cinco minutos, creando bastante problemas al Unicaja en un ritmo de partido de muchas posesiones, con algún error, pero con mucho más acierto que el día previo. Las propuestas de otros continentes también son interesantes. Orientado hacia un juego perimetral y con la velocidad como primer mandamiento, el Unicaja no se sentía incómodo ante estas ideas.
Como gota malaya, el equipo malagueño fue imponiendo su jerarquía. Muy bien Perry en la dirección, certero Kalinoski en sus primeros tiros, bien Kravish engrasando y un Barreiro anotador, con buena impresión otra vez de Webb. Dos buenos minutos para cerrar el segundo cuarto ya aumentaban la renta (33-41) y ponían el partido ya en franquía, con un dominio total del rebote, con más robos que pérdidas y con un juego más reconocible.
En el tercer cuarto, el Unicaja ya reventó el partido. Recortó a cinco puntos el Utsunomiya, pero llegó la avalancha malagueña, liderada por un excelso Tyler Kalinoski, que metió tres triples, dos de ellos tras robos propios. La sonrisa y el jolgorio del banquillo cuando el balón iba por el aire denota cómo le conocen, cuando le entra el picorcito es un show. Con la seriedad defensiva en aumento, los 20 puntos de renta llegaron fácil. Espacio para jugar ya con más distensión y alegría. Para que Castañeda diera un par de pases de calidad y generando, por más que le cueste anotar de manera fluída.
Superada esa frontera (43-64), el Unicaja disfrutó e hizo disfrutar en un último cuarto para aplicar el excel, dar balón a algún jugador que lo necesita para el futuro y prepararse para una final más en este ciclo glorioso, en el que se abre un paréntesis con los cambios pero en el que no mutan, de momento, las costumbres adquiridas por el bloque que adiestra Ibon Navarro.
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