El Unicaja, vigente campeón y anfitrión este año, se reencuentra con el último finalista copero, el Lenovo Tenerife, dos rivales asiduos en las últimas temporadas que se medirán de nuevo este viernes (21.00 horas) en los cuartos de final de la Copa del Rey de Málaga.

En la campaña pasada, este cruce entre malagueños y tinerfeños se convirtió en un clásico del baloncesto español, pues hasta seis veces se enfrentaron, cuatro de ellas en eliminatorias con tres victorias para el Unicaja -final de Copa y los dos partidos cuartos de final del 'playoff' de Liga ACB- y una para Tenerife, en el tercer y cuarto puesto de la Liga de Campeones (BCL).

El sorteo quiso volver a cruzar caminos para esta edición de la Copa, a la que ambos equipos llegan en gran estado de forma. El Unicaja ocupa la segunda posición en la liga y sumó un triunfo en su último partido ante el Obradoiro (78-90), mientras que el Lenovo Tenerife, sexto con 13-9 de balance, ganó recientemente al Casademont Zaragoza también a domicilio (100-106).

El Unicaja llega con todos sus jugadores disponibles y deberá hacer un descarte para quedarse con doce. En el cuadro isleño, salvo sorpresa, no estará Fran Guerra, aún en la recta final de la recuperación de su lesión, pero sí llega a tiempo Jaime Fernández junto a todo el resto del plantel.

Ibon Navarro, técnico del equipo cajista, elogió al rival en la previa: “Vienen en el mejor momento de la temporada hasta ahora, con un punto alto en acierto, en confianza y en chispa. Juegan muy bien en equipo, pasan el balón de una manera fantástica”.

Por su parte, el entrenador del Tenerife, Txus Vidorreta, dijo que ve a su equipo “muy ilusionado” y van a tratar de “jugar un gran partido ante el Unicaja, que es el actual campeón de Copa del Rey y son los organizadores”.

Ambos equipos se enfrentaron en la primera jornada de la presente Liga Endesa, un partido que los malacitanos resolvieron con contundencia en el Palacio Martín Carpena por 98-75, aunque como ha recordado Ibon Navarro, aquel Tenerife tan justo en ritmo y estado de forma de ciertos jugadores no es el que estará este viernes en la pista malagueña.

El Unicaja, que solo ha perdido uno de sus últimos dieciocho partidos en ACB, sueña con levantar su segunda Copa consecutiva, tercera en el palmarés, y romper el dato de veintiún años consecutivos sin anfitrión como campeón. El último fue el TAU Cerámica en la edición de 2002.

Será la octava participación seguida para el Lenovo Tenerife en el torneo, donde se ha acostumbrado a ser semifinalista -ha vencido en cinco de sus últimos seis duelos de cuartos-, pero busca alzarse con la que sería su soñada primera Copa del Rey.

Como curiosidad, tanto se conocen ambos equipos que hasta han compartido varios jugadores en las últimas temporadas: los aurinegros Jaime Fernández, Sasu Salin, Gio Shermadini, Ilimane Diop y Tim Abromaitis han vestido también la camiseta verde y morada.

La fortaleza del grupo es el principal fuerte del Unicaja, equipo diseñado al milímetro por Ibon Navarro, un estratega que buscará las debilidades del Tenerife de Vidorreta, equipo que juega de memoria y con muchas armas ofensivas.

Marcelinho Huertas y Gio Shermadini seguirán siendo la referencia con una conexión a veces imparable, además de la gran aportación anotadora desde el exterior de Kyle Guy o el buen momento de Bruno Fitipaldo, Joan Sastre, el desequilibrio de Jaime Fernández, la regularidad de Tim Abromaitis o la amenaza de Aaron Doornekamp.

La velocidad en transición del Unicaja, con Kendrick Perry como hombre bala y director, el escurridizo Tyson Carter o el multiusos Kameorn Taylor, se une a la variedad defensiva y ofensiva de Dylan Osetkowski, el siempre fiable Alberto Díaz o el incombustible Will Thomas, entre otros.

Un duelo de archiconocidos en el Palacio de los Deportes malagueño, que cerrará este viernes (21.00 horas) la ronda de cuartos de final y dará paso a un sábado de lucha por un puesto en la gran final del domingo.

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