Cuando se habla de la diferencia de estar en la Eurocup o en la Euroliga hay muchos motivos para explicar por qué conviene estar en la máxima competición continental, más allá de la ambición competitiva que debe ser inherente a cada club. Pero, por encima de todo, emerge el factor económico. El Unicaja se ha asegurado 30.000 euros hasta ahora por su papel en la Eurocup. 10.000 por participar y 20.000 por competir en el Top 16. Una sola victoria en la Euroliga en la temporada regular (30 jornadas) está premiada con 40.000 euros. Así, Bamberg, Unics y Galatasaray, colistas con tres victorias en la máxima competición, ya han apilado 120.000 euros. El CSKA (10-1 de balance) lleva ya 400.000. Un ejemplo concreto de lo que supone estar en una y otra competición.
Evidentemente, estar en la actual Euroliga conlleva unos costes mayores. Desde la mayor cantidad de viajes hasta la necesidad de configurar plantillas más amplias para hacer frente a dos ligas casi paralelas (32 partidos en ACB y 30 en Euroliga). El campeón de la Eurocup jugará un máximo de 23 partidos y un mínimo de 20, con una primera fase casi de paseo. Cierto es que el atractivo de la Euroliga también genera más patrocinadores e ingresos por taquilla. El Unicaja no ampliará sus ingresos por localidades hasta las eliminatorias, si llega. Era una de las compensaciones al seguidor por el descenso del escalón competitivo. Si la Euroliga reparte 30 millones de euros, la Eurocup rebasa por poco el 1.200.000. El campeón ganará 310.000 euros. Por llegar a cuartos se pagan 30.000 y 50.000 por las semifinales. Una vez ahí, 100.000 euros para el subcampeón y 200.000 para el campeón. Ocho victorias (en 30 partidos) en la fase regular, algo que los equipos más rezagados en la proyección actual rebasarán, ya valen más económicamente que el título de la competición en la que está inmerso el Unicaja.
El Unicaja parte hoy, con un buen madrugón, destino a San Petersburgo. A las 5:15 estaba citada toda la plantilla para poco después de la 6:00 horas partir rumbo a París, escala para la ciudad de los zares. En la pista del Zenit el equipo malagueño determinará su posición en el grupo y el cruce en el Top 16. Si la lógica impera, el Unicaja será segundo si gana o cuarto si pierde. Ello si se cuenta con la victoria del Bayern en Múnich (colíder con 5-2) sobre el Buducnost (0-7 de balance). El Zenit será primero si gana. Si el Unicaja cae al cuarto puesto, que ocuparía en cualquier caso si pierde, implica medirse, seguro, al Valencia Básket en el grupo del Top 16. Si se es segundo, se juega con certeza con el Khimki ruso y Lietkabelis lituano. En el supuesto de que el Bayern pierda con el Buducnost (empezará el duelo cuando el Unicaja haya acabado en Rusia) las posibilidades se multiplicarían en el que caso de que se hubiera ganado. Si ello ocurriera, el cuadro malagueño sería primero si vence por 10 puntos o más, segundo si lo hace por 8 o 9 y tercero si es por siete o menos. O sea, que aún puede ocupar del primer al cuarto puesto el equipo de Joan Plaza. No depende de sí mismo para ser primero pero aún tiene esa opción.
Lo que sí queda claro es que, económicamente, vale más una victoria de Euroliga que avanzar al Top 16.
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