Vélez-Málaga

Cofrade y amante del ciclismo, así era el hombre fallecido en Vélez, presuntamente a manos de uno de sus trabajadores

Finca de aguacates donde se han producido los hechos.

Finca de aguacates donde se han producido los hechos. / M. J. DÍAZ ALCALÁ

En su barrio, a media tarde de este viernes, algunos todavía no conocían la noticia. Otros, incrédulos, preguntaban a sus allegados si era cierto. "Aquí nos ha sentado como si el tiro nos lo hubieran dado a nosotros", manifestaba uno de ellos. S. C. falleció tras recibir un disparo en la cabeza a escasos metros de la finca de aguacates que regentaba, propiedad de su suegro. El supuesto agresor, uno de sus trabajadores, con el que mantenía ciertas desavenencias laborales.

Vivía junto a su mujer y a sus dos hijos mellizos -niño y niña-, de 17 años, en la zona de Capuchinos, en Vélez-Málaga, donde también lo hacían sus padres. "Ellos están desolados, no es normal tener que enterrar a un hijo", lamentaba una persona cercana a la familia. Allí, muchos vecinos lo conocían, pues solía frecuentar los negocios de hostelería de alrededor, como el Chavico o Las Delicias, cuyos clientes aún se encontraban asimilando la tragedia. 

En el bar restaurante Paco Hijano -el más cercano al escenario del crimen y donde aseguran que la víctima muchas veces acudía sobre las 6:00 horas para tomarse el primer café del días-, algunos agricultores manifiestan encontrarse "sin palabras". "Esto no tiene explicación, no hay motivos para hacer algo así, no vale la pena complicarse la vida por una cosa tan absurda", expresa uno de ellos. 

Amante del ciclismo y de la Semana Santa -pertenecía a la hermandad del Rico y la Piedad, en el municipio veleño-, S. C. estuvo durante 14 años trabajando en un negocio dedicado a la cristalería y al aluminio, donde lo recuerdan con mucho cariño. "Cuando me he enterado se me han saltado las lágrimas. Muchas veces venía por aquí porque le hacían falta tornillos y yo siempre le decía que esta era su casa", cuenta, emocionado, el dueño del establecimiento. 

Al parecer, este viernes, a primera hora de la mañana, el fallecido se habría encontrado en uno de los carriles interiores al Camino de Remanente, donde se ubica la finca que dirigía, a uno de sus trabajadores, con el que supuestamente ya había discutido días anteriores por motivos laborales, llegando a amenazarlo de muerte.

En esta ocasión, también habrían vuelto a discutir y el jornalero, residente en el municipio de Benamocarra, habría hecho uso de una escopeta que llevaba en su vehículo disparando a su jefe y provocando el peor de los desenlaces, según la principal hipótesis. 

Sobre las 10:30, el propietario de una parcela cercana al lugar de los hechos localizó el cuerpo sin vida de C. S., dando aviso a los servicios de Emergencia 112. Aunque informó al centro coordinador de que se encontraba inmóvil, no indicó que estuviese herido por arma de fuego

Hasta el lugar se desplazaron los servicios sanitarios, que no pudieron hacer nada por salvarle la vida a la víctima, que presentaba un disparo en la cabeza. Efectivos de la Policía Nacional -cuerpo que se ha hecho cargo de la investigación- también acudieron a la escena del crimen. Tras rastrear la zona, los agentes hallaron en otra finca el cadáver de un segundo hombre, de 52 años y, junto a él, una escopeta. Todo apunta a que el presunto agresor se suicidó después de cometer el crimen. Pero, antes de hacerlo llamó a a su mujer: "Te quiero mucho a ti y a los niños", fueron sus últimas palabras.

Los cuerpos sin vida de los dos hombres fallecidos se encuentran en estos momentos en el Instituto de Medicina Legal de Málaga y está previsto que se les practiquen las respectivas autopsias este domingo, que esclarecerán las causas de la muerte.

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