El municipio de Vélez-Málaga, como otros, arrastra un problema endémico en muchas de las urbanizaciones que tiene repartidas en los diferentes núcleos urbanos. Concretamente, en aquellas construidas antes de que fueran recogidas en el Plan General de Ordenación Urbana de 1996, y que por tanto, no fueron recepcionadas por el Ayuntamiento.

Son, entonces, las comunidades de propietarios los que tienen que sufragar su mantenimiento, a pesar de que cada uno de los vecinos paga todos los años el impuesto de bienes inmuebles.

En Vélez-Málaga existen alrededor de 7.000 viviendas que forman parte de urbanizaciones constituidas como entidades urbanísticas de conservación. Están en Lagos, Caleta de Vélez, Los Puertas, Cajiz, Trapiche y Triana y en la zona occidental de la localidad.

Y son precisamente los miembros de la Asociación Pueblo de Benajarafe y Chilches los que están haciendo frente común contra el Ayuntamiento para revertir la situación.

“Somos los vecinos los que tenemos que mantener los viales públicos, los que tenemos que poner las farolas o pagar la luz cuando todos pagamos una media de 800 euros de IBI, hay quien abona hasta 1.500 euros, denunció Olga Rodríguez, la presidenta del colectivo quien afirmó que en “Benajarafe y Chicles no están recepcionadas prácticamente ninguna, ni antiguas ni nuevas”.

La última iniciativa que han llevado a cabo este grupo de vecinos ha sido la de colgar en sus fachadas carteles en los que se puede leer “Se vende. Razón Ayuntamiento de Vélez-Málaga”.

El cartel de ‘Se vende’ en una vivienda en Benajarafe.

“Con esta campaña queremos reflejar el sentir que tenemos todos los vecinos, porque aunque resulte paradójico las ponemos en venta pero queremos quedarnos. Es un símbolo, pero también es una realidad que hay mucha gente que se está marchando a Rincón de la Victoria porque cruzando el arroyo Santillan cambia todo”, señaló al tiempo que enumeró una serie de proyectos que considera necesarios para los vecinos de la zona occidental de Vélez-Málaga.

Entre ellos, el acerado norte de la antigua Nacional 3-40, que según la presidenta de la asociación de la que forman parte más de un centenar de personas, “es un peligro al carecer de acera y de iluminación”. “Queremos que sea una avenida como ocurre en Torre del Mar, Rincón de la Victoria o Málaga, aquí sigue siendo una carretera”, añadió.

Otro de los proyectos que está pendiente, y que daría solución a este paseo sería la construcción de la senda litoral. El Ayuntamiento presentó a la Diputación los proyectos de las tres fases que discurren desde Chilches a Benajarafe pero fueron rechazados.

Asimismo reclamó un acerado para la carretera de titularidad provincial que sube hasta Chilches. En cuanto a equipamientos, demandaron a la Junta, un instituto; un pediatra y mejoras en la atención primaria dado que esta zona, a la que se suma también Almayate y Cajiz suma más de 8.000 habitantes.