El Delta del Río Vélez y el Peñón de Almayate, tesoros geológicos de la Axarquía

GENA ha organizado una actividad abierta a todos los públicos para divulgar el conocimiento sobre el pasado de estos dos parajes naturales

La jornada comenzará este sábado a las 10:00 horas en los aparcamientos de Hyundai, junto al antiguo puente de la N-340

GENA denuncia el daño ambiental del río Vélez causado por el dragado de su cauce

El Peñón de Almayate / GENA

El próximo sábado, 1 de junio, las asociaciones GENA-Ecologistas en Acción y la Sociedad de Amigos de la Cultura han organizado una actividad abierta a todos los públicos. Esta actividad tiene como objetivo divulgar el conocimiento sobre el pasado geológico de Bajo Vélez, un área que incluye el Delta del Río Vélez y los cerros aledaños, especialmente el Peñón de Almayate, también conocido como Peñón del Toro. La jornada comenzará a las 10:00 horas en los aparcamientos de Hyundai, junto al antiguo puente de la N-340 sobre el río Vélez, y será guiada por el catedrático de Biología y Geología, Rafael Yus, coordinador de GENA-Ecologistas en Acción.

Esta actividad forma parte de un proyecto parcialmente financiado por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, centrado en la defensa de la geodiversidad. Según GENA, la geodiversidad se refiere a los valores geológicos existentes en la Axarquía, y aunque "la mayoría de la población está familiarizada con la importancia de la biodiversidad, que abarca la protección de especies vivas y sus hábitats, hay un conocimiento menor sobre la geodiversidad".

En la Axarquía, existen diversos elementos geológicos que merecen ser protegidos por su valor didáctico y testimonial del pasado geológico de la comarca. Por este motivo, GENA-Ecologistas en Acción está desarrollando un plan para su puesta en valor.

El Bajo Vélez presenta una serie de elementos de gran relevancia geológica. Esta zona ha sido testigo de varios periodos geológicos desde hace más de cuatro millones de años. En este tiempo, el mar ha alternado entre niveles más altos (transgresión marina) y niveles más bajos (regresión marina). Estos cambios se han producido sobre los materiales geológicos más antiguos de la comarca, pertenecientes al Bético interno, representado aquí por el Complejo Maláguide del periodo Silúrico (de hace 443-419 millones de años), compuesto por filitas o lutitas.

Los materiales sedimentarios visibles más antiguos datan del Plioceno inferior, hace cuatro millones de años, cuando el mar llegaba hasta donde hoy se encuentra el aeródromo, desembocando allí los ríos Vélez y Benamargosa. Gran parte de esta antigua ensenada, que alcanzaba hasta Las Campiñuelas (arcillas usadas en la industria del ladrillo), dejó restos de una playa en el Peñón de Almayate. En el Cuaternario, el mar se retiró y los aluviones del río Vélez ocuparon su lugar. En la época de los fenicios, hace 600 años antes de Cristo, el mar aún formaba una ensenada navegable con un puerto en Toscanos.

Desde el siglo XV, tras la expulsión de los moriscos y la roturación de montes para la agricultura, la erosión de laderas provocó un aluviamiento masivo del río, rellenando la antigua ensenada y convirtiéndola en un valle fluvial. Para el siglo XVIII, el río Vélez desembocaba a la altura de la actual carretera N-340, creciendo hasta 900 metros mar adentro. Actualmente, desde la construcción de la presa de La Viñuela, el río apenas aporta sedimentos al delta, favoreciendo la erosión marina y la pérdida de 300 metros del delta original.

La importancia geológica del Delta del Río Vélez fue reconocida en su día como Lugar de Interés Geológico (LIG) por el Instituto Geológico y Minero de España, y posteriormente por la Junta de Andalucía. GENA-Ecologistas en Acción está preparando una memoria para solicitar el mismo reconocimiento para el Peñón de Almayate, actualmente considerado como un "hito paisajístico", representativo del Plioceno de Vélez.

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