ENTREVISTA

"El riesgo a inundaciones se ha incrementado por la desestructuración de las cuencas por el cultivo de subtropicales"

Rafael Yus, presidente de Gena - Ecologistas en Acción

Rafael Yus, presidente de Gena - Ecologistas en Acción / M.H. (VÉLEZ MÁLAGA)

El volumen 1 aborda los desastres naturales de carácter biológico ¿cuáles han sido las principales pandemias y epidemias que han llegado a Málaga?

–Desde el siglo XV hay constancia historiográfica, en los archivos municipales de Vélez-Málaga y cartas entre nobles, de diversas epidemias. La primera que se relata es la peste negra o bubónica, que apareció durante el sitio de los Reyes Católicos a la ciudad de Málaga, y de allí pasó a Vélez-Málaga cuando fueron a conquistarla. La de la viruela, también fue notable, así como la de la lepra, que se hizo endémica en la zona de Nerja hasta bien adentrado el siglo XX. En el siglo XIX se extendió la tuberculosis o tisis y ya en el siglo XX se produjo una de las pestes modernas, la epidemia de la gripe, mal llamada “española”.

Las epizootias, ¿seguían el mismo patrón que vemos ahora con la viruela del mono?

–Esto se da en los virus de los animales, algunas de cuyas mutaciones les permite invadir otras especies. Hay otras epizootias bacterianas que afectaban al ganado, como el carbunco, la sarna, la fiebre aftosa, la peste bovina, la brucelosis, y de las últimas tenemos el virus del Nilo, que pueden pasar al ser humano.

Hoy día disponemos de más recursos para detectar y atajar las plagas antes de que se extiendan

También hay que incluir las que afectan a las plantas, que en Málaga tanto daño hicieron, como fue la filoxera. ¿Ese riesgo sigue existiendo?

–La Axarquía ha sido una tierra de fuerte presión agrícola, por lo que uno de sus grandes problemas eran las plagas. Hay numerosas actas capitulares que hablan de la langosta, que era entonces la peor plaga para el campo axárquico, y no se lograba controlar porque anidaba en lugares incultos que eran propiedad de la Corona (las Dehesas) y acababan con rogativas de la Virgen de los Remedios. A finales del siglo XIX, cuando la Axarquía vivía la “burbuja de la pasa”, la plaga de la filoxera supuso la ruina total de los campesinos, muchos de los cuales tuvieron que migrar a Cataluña o el País Vasco. Hoy día disponemos de más recursos, mucha información internacional y personal cualificado que permiten detectar y atajar las plagas antes de que se extiendan.

En el volumen 2, tratáis los riesgos y desastres naturales de carácter geológico, desde el siglo XV, ¿Cuáles son los más reseñables?

–Hay una larga serie de este tipo de riesgos y desastres. Los más señalados en las actas capitulares son las sequías, frente a las que nada se podía hacer, sólo recurrir, una vez más a la Virgen de los Remedios, con rogativas llamadas “pro-pluvia”. Lo curioso es que cuando llegaban y fuertes causando daños, se sacaba de nuevo a la Virgen de los Remedios y se organizaba rogativas para frenarlas. Se llamaban “pro-serenitate”. Pero también hemos recogido episodios históricos de inundaciones del río Vélez, que causaban estragos en las huertas de la vega, o de los arroyos que surcan Vélez, que inundaban las calles y casas. Y de los de tipo climático se señala también el proceso actual de cambio climático con sus olas de calor, la subida de la temperatura, o la disminución de lluvias.

Hay constancia de sequías en Málaga en las actas capitulares del periodo de los Reyes Católicos

–¿Se mantienen los mismos riesgos?

– Es indudable, ahora mismo, por ejemplo, estamos inmersos en una sequía importante, cuya mayor incidencia se da precisamente en la Axarquía, donde el cultivo de subtropicales se está resintiendo. Las inundaciones se siguen produciendo, especialmente por alguna Dana siendo históricamente memorable la que hubo en los Baños de Vilo (Periana) en el año 1907, que se saldó con la vida del alcalde de Vélez y del hijo del dueño del balneario. Más recientemente, las inundaciones de 2004 Rincón de la Victoria, que además de agua arrastraba piedras, o la 1973 de Nerja, que afectó a su viaducto y se tuvo que construir otro. En Vélez siempre se inundaba la llanura conocida como “El Prado” y Torre del Mar. Desde que se construyó la presa de la Viñuela este riesgo ha disminuido considerablemente.

–La Axarquía, es probablemente la comarca de la provincia que registra un mayor riesgo de terremotos, ¿a qué se debe?

–Los terremotos constituyen el riesgo más importante, no tanto por su frecuencia como por su impredecibilidad y sus efectos desastrosos potenciales. La Axarquía, como todas las cordilleras béticas, se encuentra en una zona tectónica donde la placa tectónica africana empuja a la eurosiberiana. Este empuje llega un momento en que provoca una fractura o falla que produce ondas sísmicas que, al propagarse por la superficie terrestre causan daños a las edificaciones e infraestructuras, más a aquellas que están construidas en suelos de sedimentos. Ha habido varios terremotos con daños importantes y también nos afectan los que se producen en los fondos del mar de Alborán, algunos de los cuales pueden producir tsunamis.

El de Arenas del Rey en 1884, destruyó el pueblo, ¿con qué probabilidad se podría producir otro de tanta intensidad

–Esta pregunta se la han estado haciendo, desde entonces todos los sismólogos que han pasado por aquí. Este terremoto, de intensidad entre X que es la máxima, y IX, destruyó numerosos pueblos, entre ellos Periana, Canillas de Aceituno y Canillas de Albaida, aunque también llegó a Vélez. Los estudios demostraron que el epicentro se localizaba en algún punto o zona situada en el entorno de Zafarraya, y efectivamente se descubrió una falla, que están junto al cementerio de Ventas de Zafarraya, que tenía signos de haberse deslizado en 1884, y no fue la única vez, pero hay que remontarse a 2.000 años antes cuando se produjo otro igual. Por lo tanto el tiempo de recurrencia de un terremoto similar se sitúa en 2.000 años desde 1884. Pero todavía no conocemos suficientemente el interior de la tierra como para asegurar que se va a cumplir este pronóstico, que solo tiene un valor estadístico, dadas las limitaciones.

El terremoto de 1884 destruyó los pueblos de Periana, Canillas de Aceituno y Canillas de Albaida”

–¿A vuestro juicio, fenómenos como las sequías deberían de incluirse entre los provocados por la mano del hombre?

–No, por una parte y sí, por otra. En principio la sequía es un fenómeno climático que se produce por determinadas situaciones de la oscilación del Atlántico norte, algunos incluso afirman que también influyen los cambios de “El Niño” en el Pacífico. El hecho cierto es que sequía siempre ha habido en el clima mediterráneo, con mayor o menor duración. Ahora bien, esto ha sido así con un clima “normal”, pero ahora este clima está cambiando por el efecto invernadero que ha provocado la actividad humana desde la industrialización. En este escenario, los pronósticos apuntan a que las sequías serán más frecuentes

– Sin embargo, siendo una comarca seca, no ha sufrido grandes incendios

–Los incendios naturales son poco frecuentes, pero basta una tormenta seca para que un rayp inicie un incendio. Ahora la comarca está atravesando un periodo de sequía. En este periodo se han producido pequeños incendios, que no alcanzaron mayor magnitud gracias al servicio del Seprona, pero no olvidemos cómo ardió la sierra Bermeja. En las zonas forestales de la Axarquía hay muchas medidas de prevención, como cerrar los accesos con vehículos, pero basta que haya un pirómano o alguien “motivado”, para que produzca un incendio de graves consecuencias. Pero en el campo, donde hay muchos chalés, los incendios son muy frecuentes, como registramos en nuestro estudio y ello está relacionado con usos inadecuados del fuego.

Entre los naturales, y según denunciasteis, agravados por la mano del hombre, están las inundaciones de Rincón de la Victoria de 2004, ¿podría pasar algo similar en algún otro municipio si hubiese fuertes precipitaciones?

–El desastre de Rincón de la Victoria se debió a una conjunción de situaciones propiciatorias: una Dana, una cabecera de los arroyos muy desestructurada, por la construcción de la urbanización Parque Victoria, arroyos con fuerte pendiente, su entubamiento en el casco urbano, o el efecto de dique del paseo marítimo. Algunas de estas situaciones existen en otros puntos de la Axarquía, en Nerja ha sucedido dos veces, pero ahora el riesgo se ha incrementado por la desestructuración de todas las cuencas por el cultivo de subtropicales en laderas desprotegidas, con tierra suelta. Como estamos en sequía todavía no lo hemos visto, pero en cuanto haya un Dana en alguna de estas cuencas, hay una alta probabilidad de que se formen ríos de fango, con gran poder erosivo.

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