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Amor Doloroso vuelve a la iglesia de los Mártires

  • La Virgen de la archicofradía de la Pasión ha sido sometida a un proceso de restauración de la mano de Juan Manuel Miñarro

La Virgen del Amor Doloroso, tras su restauración.

La Virgen del Amor Doloroso, tras su restauración. / j. l. p.

María Santísima del Amor Doloroso vuelve a su capilla de la parroquia de los Santos Mártires tras tres meses en el taller del profesor e imaginero hispalense Juan Manuel Miñarro. La Virgen de la archicofradía de la Pasión ha sido sometida, en este tiempo, a un proceso de restauración que recupera algunos de los rasgos prístinos de la imagen, realizada en 1771 y atribuida a Antonio Asensio de la Cerda.

Los trabajos realizados por Juan Manuel Miñarro se han centrado en la restauración de la policromía de la imagen. El imaginero ha eliminado los repintes y barnices que se habían aplicado a la Dolorosa desde que Luis Ortega Bru realizase un proceso similar en 1977. Las carnaduras que aplicase el artista sanroqueño a la imagen en el rostro se han podido recuperar, así como las originales de las manos, datadas del siglo XVIII.

Junto a los trabajos en la policromía de la imagen, el imaginero ha subsanado algunos daños estructurales y ha sustituido los anteriores juegos de pestañas y lágrimas por otros nuevos. Una de las máximas que la hermandad del Lunes Santo tuvo era respetar la fisionomía de la talla, por lo que no se ha realizado ninguna intervención sobre la madera. Miñarro ha perfilado las cejas de la Virgen del Amor Doloroso y ha intervenido igualmente en el filo de los párpados.

Con el fin de dar a conocer todos los detalles del proceso de restauración de la Dolorosa, la archicofradía de Pasión organizará en próximas fechas una conferencia con el restaurador. Desde la corporación nazarena señalaron el agradecimiento por el trabajo y la profesionalidad de Miñarro y su equipo durante estos meses. La Virgen quedó expuesta en su capilla de la parroquia de los Santos Mártires en besamano durante la mañana de ayer y que, al término de la eucaristía, culminó con el rezo de la Salve.

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