Un sentir cofrade de vivencias

Coco Jurado repasa sus experiencias en un pregón reivindicativo de las costumbres de la Semana Santa malagueña

El comunicador recordó su propia historia en la disertación

Un sentir cofrade de vivencias
Un sentir cofrade de vivencias
José Luis Pérez

Málaga, 02 de abril 2017 - 02:05

Desde el patio de butacas al paraíso del Teatro Cervantes sabían qué depararía el pregón de la Semana Santa. Su autor, el comunicador Francisco Javier Jurado Coco iba a ser él mismo y su inconfundible estilo fue nota en su voz desde la exaltación pasionista a la sensibilidad del verso casi susurrado.

El concierto que abrió la noche corrió a cargo de las bandas de Vera+Cruz de Alhaurín y Eloy García, quienes al alimón interpretaron temas de la hermandad de El Rico y populares de la Semana Santa malagueña. Antonio Guadamuro, pregonero del año anterior, tiró de texto e improvisación para dar paso a Coco.

Ya ante un contundente atril, el comunicador introdujo el sentimiento y su palabra con el televisivo "prevenidos" que un miembro de PTV Málaga anunció sobre la escena. Así se unían las dos partes de Coco: el cofrade y el comunicador.

"Saludos y bienvenidos a la sintonía cofrade de Málaga", anunciaba contundente el pregonero como en tantas intervenciones. Coco acudía al escenario con un gran friso de flores realizado por los albaceas de su hermandad en el que se recogían todas las flores que acompañan a las imágenes marianas de la capital. Igualmente, los asistentes recibieron una rama de romero con una pulsera a la entrada.

Un guiño a El rostro de la Misericordia y dos nazarenos de la corporación del Miércoles Santo miraban a la cruz como símbolo de Jesucristo hecho hombre.

Sin fallar a su estilo, Coco hizo de sus recuerdos y vivencias el vehículo del pregón. Sobre las tablas del Cervantes hubo espacio para la emoción, la risa, la reivindicación y el aplauso. El pregonero supo defender las ideas que comparte con muchos cofrades para que, quienes deban, tomen nota.

Entre sus reivindicaciones quedan la de hacer una Málaga donde los museos vengan de su propio patrimonio, incluido el cofrade: "Aún nos queda mantener las puertas más abiertas, hacer de nuestras exposiciones museo compartido en toda Málaga, con un centro de interpretación y muestra en el Museo de las Cofradías de Málaga Jesús Castellanos, haríamos honor a su nombre con su labor didáctica".

En el mismo capítulo entraron otras tantas peticiones. Coco solicitó a los comerciantes, especialmente a las grandes empresas, que apagasen sus letreros al paso de la Virgen de Servitas, que los malagueños sepan esperar a que la Esperanza pise el romero, el reconocimiento a la figura de Palma Burgos en el centenario de su nacimiento, el monumento al nazareno o el Sábado Santo abierto al procesionismo.

Antes de desgranar sus experiencias en el nominado de todas las hermandades también hubo hueco para normalizar el papel de la mujer en las hermandades: "En ningún puesto, en ninguna situación, en ningún cargo debe ser diferenciada porque la palabra cofrade no tiene género y son los cofrades los que crean la Semana Mayor, la miman, la mantienen, la gozan, y la viven con la intensidad que le es connatural".

Además, Coco siempre se ha definido como firme defensor de las tradiciones malagueñas. El acuerdo o no del espectador con sus pensamientos es parte de la realidad cofrade, amplia y cosmopolita a partes iguales. Las palabras del pregonero fueron dirigidas a una Semana Santa que enraíza sus costumbres en las vivencias del comunicador.

Entre esas experiencias vitales hubo hueco para figuras como Agustín del Castillo y Pepe París, quien entre imágenes del traslado del Cautivo apareció junto a la emoción contenida en el pregonero. Coco basó sus cambios de ritmo en la extraordinaria modulación de su voz creada en más de 20 años de experiencia y en las anécdotas familiares que le llevaron a la infancia, la juventud y la madurez.

Llegado el turno del repaso de las hermandades que componen la Semana Santa, el pregonero quiso hacerlo por orden de salida procesional. El primer alto llegó con la cofradía de la Salud, donde habló sin tapujos de sus últimos meses de vida, donde el cáncer ha estado presente y agradeció la labor del sector sanitario al que tanto se vincula.

En el Lunes Santo llegó el turno de Antonio de Canillas quien, desde un palco del primer piso, cantó en su voz ajada por la edad un Padre Nuestro. Minutos más tarde, y por devoción rociera de Coco, Isabel Fayos recitaría un poema a la Novia de Málaga y a la Blanca Paloma.

El pregón, a pesar de lo clásico, fue también actual. Las venideras salidas de Patrocinio y Redentor del Mundo estuvieron presentes entre la poesía y la prosa. En el hueco para el futuro, Coco recordó que "solo quiero esperar a tus cincuenta años, coronar tus sienes con la devoción vivida y manifestada día a día. Y fundirnos en vuelos de libertad ante tus plantas diciendo… ¡Viva la Virgen de la Paloma Coronada!".

El repaso Jueves Santo inició como la jornada bajo vídeo del desembarco de la Legión y el traslado de Mena. Pasando por el Perchel, la voz de Adolfo Arjona, director de Cope Málaga, se alzó sobre el patio de butacas para hablar de la Misericordia, hermandad con la que la emisora y el periodista mantienen una profunda relación.

Para el final, Jesús 'El Rico' y la Virgen del Amor. Presentes en sones e imágenes con la marcha Málaga Cofradiera, sintonía del programa del comunicador. "qué suerte que nos hayas elegido: bajo tu cruz, mirándote a la cara, sufriendo tu hombro bajo el varal. Siempre en el corazón que es tuyo y que tú dispones como Jefe de mi vida, Hermanos que sois pies de Dios, cirineos de la libertad, hombros de Jesús".

Bajo los sones de la banda de Bomberos y la bendición grabada en vídeo del Nazareno culminó su pregón Coco de rodillas tras pedir a Dios que bendiga a Málaga y a todos los fieles en una noche donde varias generaciones recopilaron en la esencia del comunicador su sello cofrade.

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