Las calles de Málaga se han convertido esta noche en un escenario de lo más terrorífico para rodar una película de miedo. En una noche de Halloween de lo más multitudinaria, la imaginación de Stephen King y de otros escritores como Bill Finger tuvo su homenaje con disfraces muy singulares, que se salieron del clásico vampiro, calabaza o esqueleto. El personaje de Harley Quinn de la saga Batman o el siniestro payaso Pennywise de la novela de Stephen King, It, fueron sin duda dos de los disfraces que más se vieron en la noche más terrorífica del año.

También era difícil caminar más de 5 metros en calle Larios sin cruzarse con tipos disfrazados con un mono rojo y una careta de Dalí en la cara, en homenaje a La Casa de Papel, la exitosa serie de Netflix. Lo cierto es que más que con la intención de atracar una fábrica de moneda o un banco, el plan de anoche fue disfrutar al máximo con los amigos y asustar a todo aquel que se cruzara por el camino.

En la calle más famosa de Málaga, había un vampiro que no paró de recorrerla de arriba abajo, intentando dar miedo al más pequeño y al más grande. Es Juan Francisco y se disfraza de vampiro todos los años: “Me encanta esta fiesta, es muy divertida y se ven disfraces muy originales”, cuenta. Un grupo de amigos formado por chicos con disfraces del Jocker y chicas de Harley Quinn se están haciendo un selfie. Su plan para esta noche es básicamente disfrutar. “Nos vamos a cenar y a ver una peli de miedo para preparar el cuerpo y salir de fiesta”. Y es que el centro de Málaga se convirtió en una auténtica fiesta del terror. Bares, pubs y discotecas con los mejores decorados de Halloween fueron punto de encuentro para muchos jóvenes dispuestos a pasarlo en grande en una noche de miedo.

Antonio, Rocío y Jessica lo tienen claro: esta es su noche. Una novia cadáver y sus dos damas se pasean para celebrar una boda en la primera chupitería que encuentren. Un maquillaje muy elaborado acompañado de lentillas de colores les da una caracterización de lo más original para los disfraces. “El maquillaje siempre hay que currárselo, es lo más importante del disfraz”, cuenta Rocío.

En las calles hay gente de todas las edades. Una niña pequeña que no tendrá más de 3 años se pasea disfrazada de payaso Pennywise. En la mano sostiene un globo rojo y en la cara una sonrisa permanente motivada por la ilusión de salir disfrazada. Es la combinación perfecta de terror y ternura.

Varios grupos de niños siembran el miedo disfrazados de diablos, esqueletos y vampiros, acompañados por mamá y papá, que también se unen a esta fiesta de disfraces. “Venimos de una fiesta que han hecho en el colegio, los peques se lo han pasado en grande”, cuenta un padre de los chicos.

'La casa de papel' también se convirtió en disfraz protagonista en la noche de Halloween

La plaza de la Constitución se convirtió en punto de encuentro para los grupos de amigos que quedaron para cenar y tomarse unas copas, mientras que otros optaron por cenar en casa para después disfrazarse y maquillarse para salir. No hay límites en esta fiesta en cuanto disfraces se refiere. Cualquier atuendo guardado en el armario es válido. Un chaval aparece disfrazado de Spiderman, pero no es el único que quizás haya dejado para el último momento lo de buscar disfraz. Con una simple careta de payaso o incluso con una bolsa del Mc Donald’s de plaza de la Marina agujereada en la cabeza bastan para “elaborar” un disfraz gracioso y salir a la calle, aunque a veces olviden lo de dar miedo. 

Un gran programa de actividades familiares ambientaron los distritos de la capital

Entrando en calle Granada, un grupo de jóvenes va representando a los personajes de la serie Juego de tronos. Un chico caracterizado John Nieve sostiene una enorme espada en la mano y en la otra un altavoz que reproduce la conocida banda sonora de la serie más vista de la televisión. Con él están Daenerys Targaryen, Arya Stark y Tyrion Lannister. Un grupo con disfraces muy originales, pero que quizás no escogieron la mejor fecha para lucirlo. Otros que apostaron por las series de ficción para su temática en el disfraz fueron María y Luis, caracterizados como la serie Strangers Things. Quizás ellos si estuvieron más acertados en la temática para esta noche.

No faltaron los disfraces originales en la noche más terrorífica del año.

Hasta el tipo que vende castañas asadas se ha disfrazado para la ocasión. “Hay que meterse en el papel y ambientar la calle, es muy divertido”. Pero el centro histórico no fue la única zona de Málaga que sembró el miedo y el terror en la capital. Varias fiestas en los distintos distritos de la capital como Carretera de Cádiz, en el que el Parque del Oeste acogió un laberinto de Halloween de unos 70 metros cuadrados.

En Cruz del Humilladero estrenaron una yincana familiar de la mano de la cadena 40 Classic, en la que padres e hijos se sumergieron en un recorrido lleno de terror y sorpresas en el que tenían como objetivo encontrar un pen drive. El parque artesanal de Puerto de la Torre se convirtió en un gran Pasaje del Terror protagonizado por la temática de los cuentos clásicos con toque de terror, alguno de los cuentos representados fue Caperucita Roja. Esas y muchas otras actividades programadas por toda la ciudad hicieron salir a los malagueños a las calles para pasar una noche de miedo, divertida y en la que las buenas temperaturas ayudaron a celebrar la fiesta.