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Ruptura mística de Fernando Ortiz

  • El Palacio Episcopal acoge hasta enero de 2018 una muestra del imaginero malagueño del siglo XVIII con más de 30 obras de arte religioso

Ruptura mística  de Fernando Ortiz

Ruptura mística de Fernando Ortiz

Desde las alturas de la fachada del Palacio Episcopal contempla la escena la Virgen de las Angustias firmada en los últimos días de vida de Fernando Ortiz, el imaginero malagueño más prolífico y aclamado en Málaga del siglo XVIII. Desde ayer, el espacio expositivo del centro neurálgico de la Diócesis acoge una exposición que recopila y pone en valor al escultor en el tercer centenario de su nacimiento.

Desde hoy y hasta el 14 de enero se podrán contemplar más de una treintena de obras escultóricas pertenecientes a Fernando Ortiz, además de una recopilación fotográfica de imágenes desaparecidas por efecto de la quema de conventos de mayo de 1931 y la Guerra Civil. Además de las tallas, la muestra guarda en su interior algunas de las obras de diseño y dibujo que el propio artista realizó, entre las que se encuentran el grabado de la Virgen de la Victoria.

Comisariada por el historiador del arte y conservador del Patrimonio Histórico de la Junta de Andalucía, José Luis Romero Torres, la muestra se inicia con algunas de las primeras obras del imaginero realizadas por Ortiz en su juventud y firmadas por el mismo, como un San Francisco de Asís proveniente de Valladolid y un San Juan Evangelista de tamaño natural que se encuentra en Tarifa, ambas realizadas entre los 20 y los 21 años. A ellas acompaña la Santa Teresa de Jesús de la localidad jiennense de Alcaudete.

Entre las influencias de Pedro de Mena y Juan Domingo Olivieri configurará Fernando Ortiz su producción, con la llegada del autor a Madrid para trabajar en el Palacio Real, donde recibió el título de Escultor de Mérito de la Academia de Bellas Artes de San Fernando. En uno de los espacios se hace presente esa doble vertiente y su evolución hacia maneras italianas con dos Dolorosas de medio busto y cuatro tallas de San José.

A partir de este espacio, los rasgos definitorios de la producción escultórica de Fernando Ortiz se repiten dejando marcada su impronta en los pliegues de tratamiento marmóreo pero realizados sobre la madera, policromados y estofados por el propio autor. El efecto colorista se traslada a otras tallas como el San Miguel Arcángel del último tercio del siglo XVIII, trabajada por completo como imagen exenta.

Romero Torres, durante la presentación de la muestra, quiso destacar la amplia procedencia geográfica de las obras: "Fernando Ortiz recorrió Andalucía buscando buscando material pétreo tras ser nombrado perito de canteras por la Casa Real". De esas imágenes se presenta una reproducción del relieve que para Palacio realizase, así como un Triunfo de la Virgen Inmaculada que en el Museo del Patrimonio Municipal se conserva habitualmente.

Dos de los puntos clave de la muestra se encuentran en las últimas salas. La Virgen de la Merced Comendadora del Monasterio de la Encarnación de Osuna, dispuesta en su trono ante una sillería pintada en la pared del espacio, un Ecce Homo para la misma localidad o la Virgen del Calvario de Ceuta, donde se aprecian los grafismos de Ortiz en la aparición de volúmenes más allá de la peana.

Finalmente, la capilla del Palacio Episcopal guarda, entre arquitectura efímera creada para la ocasión, al Cristo del Amor y la Dolorosa de la corporación del Viernes Santo; la Virgen de las Angustias de San Agustín, el Nazareno de Cártama o la Dolorosa de la Orden Tercera de Servitas, dispuesta con su terno bordado y bajo un templete que permite rodear la imagen y acercarse a la misma. Los juegos de luces y sonido permiten mantener una atmósfera única con la que contemplar la protudcción de Fernando Ortiz en su vuelta a Málaga.

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