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La Archicofradía de la Sangre recupera a su Virgen

  • María Santísima de Consolación y Lágrimas vuelve tras la restauración ejecutada por Francisco Naranjo Beltrán

  • La imagen mariana vuelve con su policromía original y estrena un nuevo juego de manos

María Santísima de Consolación y Lágrimas tras su restauración en la Parroquia de San Felipe Neri.

María Santísima de Consolación y Lágrimas tras su restauración en la Parroquia de San Felipe Neri. / José Miguel Ramírez

En la puerta de la Iglesia de San Felipe Neri se concentraron este viernes por la tarde decenas de personas ansiosas por ver a María Santísima de Consolación y Lágrimas. La imagen volvía tras la restauración a la que ha sido sometida por parte de Francisco Naranjo.

A las 17:30 se abrieron las puertas del templo para que los archicofrades de la Sangre y malagueños pudieran contemplar el rostro de la Señora de Consolación y Lágrimas. Sobre una peana de plata se presentaba imponente la imagen Dolorosa.

Para tal ocasión, la Virgen estaba ataviada con la saya y manto de procesión de Nuestra Señora del Traspaso y Soledad, de la Hermandad Sacramental de Viñeros, rematada por una simple ráfaga plateada. El tocado sencillo permitía ver a la Virgen en todo su esplendor.

Tras 111 días de espera, la Virgen ha recuperado su policromía original, que se conservaba en un 85%, y que fue descubierta durante los trabajos de conservación y limpieza. Además, estrena un nuevo juego de manos realizado por el propio Francisco Naranjo, que también ha realizado una nueva devanadera y corpiño, así como diversas mejoras a nivel interno. En su presentación, la Virgen estuvo exornada por flores blancas y custodiada por los sagrados titulares de la Hermandad de Salutación y el Santísimo Cristo de la Sangre.

María Santísima de Consolación y Lágrimas tras su restauración en la Parroquia de San Felipe Neri. María Santísima de Consolación y Lágrimas tras su restauración en la Parroquia de San Felipe Neri.

María Santísima de Consolación y Lágrimas tras su restauración en la Parroquia de San Felipe Neri. / José Miguel Ramírez

La Virgen sorprendió a todos los devotos que se acercaron a la parroquia a contemplarla de cerca, que comentaban que al fin vuelve a tener la expresión con la que fue concebida. Durante toda la tarde, la Iglesia de San Felipe acogió a decenas de personas que se detenían frente a la Virgen, y quedaban atónitos al ver a la imagen mariana de la Archicofradía de la Sangre por primera vez tras su restauración. La corporación hizo oficial el regreso de la Virgen con unas fotografías, publicadas en sus redes sociales, en las que aparecía ataviada como en los años veinte.

La Virgen de Consolación y Lágrimas es una talla anónima, atribuida al círculo de Antonio del Castillo, aunque ahora la Archicofradía iniciará unos trabajos de investigación para poder confirmar esta apropiación. No obstante, la sagrada imagen ha sufrido varias transformaciones con las sucesivas restauraciones.

Durante los hechos de mayo de 1931, la Virgen fue profanada, y tan solo se salvó el rostro. Francisco Palma Burgos reconstruyó la imagen en 1932, y 40 años más tarde volvió a ser restaurada por Luis Álvarez Duarte, que realizó unos cambios sobre la talla original, dándole una nueva policromía. Los hermanos de la Archicofradía de la Sangre ya poseen de nuevo a su Virgen, que vuelve espléndida tras su retirada al culto el pasado mes de septiembre.

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