El Carnaval de Málaga rompe la línea histórica de su cartelería desde su recuperación hace casi 40 años. La obra realizada por el pintor Pablo Flores, centrada por dos boquerones con aires mitológicos, sirven como reinvindicación de una fiesta que suma varios siglos de historia gracias a la burla, la ironía y la diversión. Los peces escriben el final del Carnaval cada año con su muerte a orillas de la playa y, a la vez, un nuevo inicio con la celebración que volverá 365 días más tarde. 

La presentación del cartel ha vuelto a realizarse en la terraza del Gourmet Experience de El Corte Inglés, tras respetar la lluvia de ayer el evento. La obra, realizada en acrílico sobre tabla, cuenta con los colores de la ciudad como elementos predominantes en el conjunto.

La leyenda “Carnaval Málaga 2019” divide en dos partes la composición gracias al uso de letras en relieve para remarcar el año y combina la tipografía, limpia y alargada, con el resto de elementos. La inspiración marina, vinculada por el autor con versos de Manuel Alcántara, María Victoria Atencia y Manuel Aleixandre, se ve coronada con la figura de un Dios Momo sin rostro, oculto fuera de la pintura, relacionada con el dios romano del sarcasmo y la burla.

Las dos caras del Carnaval, en la noche y el día, se reflejan en ambos boquerones

Pablo Flores ha explicado durante la presentación del cartel que “Momo navega sobre una concha  símbolo de renacimiento y bautismo, de un nuevo empezar con la que esta Fundación cumple su sueño inaugurando la nueva Casa del Carnaval. Todo esto nos compone una carroza barroca, en la que la fiesta tiene sus inicios, y que es convertida en batea de la batalla más pacífica que ha existido jamás donde sus soldados disparan sonrisas con munición de flores y papelillos”.

Ángela González canta un pasodoble en el acto.

A su vez, los dos animales forman el infinito movimiento del Carnaval, conviviendo pero sin mirarse, entre la noche y el día. Pablo Flores ha descrito en su alocución a la noche, en la época de la fiesta y respecto a la parte superior de la obra, “que se inunda de luz y en el que las imágenes se superponen sin saber dónde empiezan y dónde acaban. Mímesis del arte del disfraz de la transformación  en otros  siendo nosotros mismos. Colores que son luz de la ilusión de una  bóveda gótica, que ilumina la calle de un Marqués que, más cerquita que nunca, se convierten en templo donde la oración es cuplé”. 

Con respecto a la escena inferior, que refleja al día, llega al final con la “muerte” del boquerón envuelto en llamas en la playa de La Malagueta, el autor sugiere “un punto aparte o vuelta a empezar, donde su famoso entierro a orillas de mar, se viste de morado de penitencia augurando lo que las llamas traerán. Allí, se brinda las penas con lágrimas de alegría, en un día nítido de invierno cálido, donde los colores de Málaga relucen más que nunca”.

Durante el acto, el presidente de la Fundación Ciudadana Carnaval de Málaga, Rafael Acejo, ha destacado que “con el cartel de Pablo Flores ponemos a la fiesta aún más en el siglo XXI y en la vanguardia que debe alcanzar, como la obra indica, con el trabajo de todos bajo el ideal de hacer más grande el Carnaval de Málaga”. Acejo ha recordado que la fiesta se ampliará con nuevos actos durante los días de Semana Blanca.

La presentación ha contado, como en ocasiones anteriores, con una introducción en forma de coplas del Carnaval malagueño cantadas por actores de la fiesta como Francisco Javier Padilla, Juan Acedo y Rubén Tejada; Pilar Suárez y Capote, así como por Ángela González. Durante el acto se ha proyectado un vídeo realizado por Carlos Murante para introducir al público en el contenido de la obra artística.